Gambito de Dama
Por Marcela Acosta
La charrería, tradición ecuestre en México
“Al que ha de ser charro, del cielo le cae el sombrero”
Refrán charro
Actualmente se está desarrollando en la ciudad de San Luis el LXXIX Congreso y Campeonato Nacional Charro San Luis Potosí 2023.
La charrería es una tradición mexicana que se ha convertido en un ícono de identidad nacional y se sustenta en tres pilares básicos, el deportivo, el cultural y el social.
Esta tradición tiene sus orígenes en el siglo XVI con la llegada de los caballos y el ganado vacuno a nuestro territorio, pero fue hasta los siglos XVII y XVIII cuando se desarrolla en las haciendas la actividad de cría y pastoreo del ganado mayor a caballo.
La charrería, tradición ecuestre en México, se inscribió en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 1 de diciembre de 2016 y como lo menciona la página de la UNESCO, la charrería es un elemento importante de la identidad y el patrimonio cultural de las comunidades depositarias de esta tradición, que la consideran un medio de transmitir a las nuevas generaciones algunos valores sociales importantes como el respeto y la igualdad de todos los miembros de la comunidad.
El expediente de nominación de este elemento dice que la práctica de la charrería involucra un número importante de sectores productivos donde destaca el trabajo artesanal de quienes confeccionan trabajos únicos que provienen de un conocimiento tradicional y cuentan con técnicas que en sí mismas representan una manifestación de patrimonio cultural. De igual manera se relaciona muy de cerca con el sector agropecuario a través de criadores y arrendadores de caballos y toros, así como productores de alimentos para los mismos.
En la práctica de la charrería se hace evidente el uso de herramientas únicas desarrolladas por los jinetes mexicanos destacando la silla de montar y la reata las cuales se congregan para dar origen a una particular forma de maniobrar el ganado lazándolo. También ha desarrollado una forma peculiar de vestir, con prendas elaboradas por artesanos que realizan un trabajo original y único.
El expediente reconoce la participación de todas las entidades federativas de la República Mexicana y de las siguientes comunidades y grupos: Charros y charras, público en general, artesanos de varios estados en donde se elaboran las diferentes artesanías utilizadas en esta práctica: Coahuila (sarapes), Distrito Federal (sastres, sombreros, costureras y botonaduras), Estado de México (fustes, rebozos y corbatas), Guanajuato (fustes, cueros y tenería en general), Hidalgo (talabartería y arreos para caballos, cuartas), Jalisco (talabartería, bordado en pita, reatas), Michoacán (reatas, cueras y fustes), Oaxaca (costureras tradicionales, talabartería y manufactura de machetes), Puebla (sombreros, espuelas y botonaduras, herrajes y frenos), San Luis Potosí (rebozos y corbatas), Zacatecas (sarapes, y bordado en pita).
Las charreadas son en la actualidad un festejo que presenta nueve eventos donde los charros demuestran la habilidad que se ha transmitido por generaciones para calar, pialar, colear, jinetear toro, ternear, jinetear yeguas, manganear a pie y a caballo y ejecutar el paso de la muerte, esta exhibición incluye a la escaramuza, que es ejecutada por equipos de cuando menos 8 mujeres a caballo. Estas celebraciones contribuyen también a la transmisión de los valores de la mexicanidad al público en general.
La charrería se inicia por la necesidad de convivencia entre los vaqueros de diferentes haciendas cuando en el siglo XVII se reunían para herrar y marcar el ganado propiedad de cada una de ellas. Desde entonces la charrería evolucionó y se desarrolló en todo el país.
No olvidemos que desde sus orígenes la charrería ha sido una importante exponente de la creatividad humana, ya sea en su presencia en las bellas artes como en la manufactura de los objetos necesarios para la práctica misma, ha dado origen a importantes piezas de música, letras, escultura, literatura, fotografía, pintura y películas como también lo ha hecho en los trabajos únicos de los artesanos mexicanos que elaboran los artículos de uso y que por su calidad y creatividad se consideran artes aplicadas.
Las medidas de salvaguardia propuestas para este elemento incluyen reforzar los sentimientos de identidad, incrementar los espacios de la creación individual y colectiva y establecer vínculos con la memoria colectiva de las comunidades locales, nacionales e internacionales.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
ROCÍO MARCELA ACOSTA CHÁVEZ
Traductora y Gestora cultural
Licenciada en Ciencias de la Comunicación con Maestría en Historia del Arte Urbano.
Fue productora y conductora de la sección cultural del Canal 9 de televisión local.
Miembro del equipo de investigación para la elaboración del expediente del Camino Real de Tierra Adentro
Fue subdirectora de Patrimonio Cultural y encargada de la Dirección de Patrimonio Cultural y de la Coordinación Estatal de Protección del Patrimonio Cultural del Gobierno del Estado de San Luis Potosí.
Ha sido ponente en Foros Internacionales y Nacionales de Patrimonio Cultural