El Alfil Negro
LOS PIRATAS DEL CARIBE
Por Ramón Ortiz Aguirre
«Qui multum habet, plus cupit»
(El que tiene mucho desea más)
Séneca
Cuando era niño mi madre me regaló la novela “Sandokán el Tigre de la Malasia”, que me resultó fascinante y me llevó a leer otras obras del italiano Emilio Salgarí. Eran libros de aventuras en donde los piratas jugaban un papel preponderante, tema que me siguió interesando y busqué en obras de diferentes autores historias de corsarios y piratas. También en el cine encontré otras aventuras con personajes que eran los azotes de los océanos, como Edwar Teach, mejor conocido como “Barbanegra”, un feroz pirata inglés que asoló el Mar Caribe a principios del siglo XVIII, en la llamada Edad de Oro de la Piratería.
Tanto en la gran pantalla como en los libros, siempre que vemos ondear una bandera negra con un cráneo y dos tibias blancas, sabemos que pertenece a un barco tripulado por hombres feroces, muchos de ellos con un parche en el ojo, pata de palo, gancho en vez de mano y loro en el hombro que caracterizan la vida fúrica de los piratas. A esa insignia se le conoce como “Jolly Roger” y su sola visión es intimidante para las otras embarcaciones que surcan el océano, pues significa que ante los marinos que la portan deberán rendirse o morirán.
La popularidad de los piratas en nuestra cultura es tal, que en todos los parques de atracciones de Walt Disney existe una atracción que los recuerda, “Los piratas del Caribe”. Ubicada en la zona de New Orleans Square, ese fascinante espacio recrea una ciudad portuaria de América Latina que es atacada por feroces piratas. Los criminales toman todo lo valioso que encuentran, se roban a las mujeres más bellas y se dedican a beber ron hasta quedar perdidos. Los visitantes recorremos el juego sobre botes que navegan entre distintos momentos de la vida de los corsarios. De pronto nos encontramos una celda con prisioneros y luego la cueva en donde guardan su tesoro, ¡inclusive podemos participar en una feroz batalla entre un galeón español que lleva oro y plata de América a España! El personaje central de todo esto es el capitán Jack Sparrow, capitán del “Perla Negra” y que en el cine es interpretado por Johnny Depp.
Si hoy traigo todo esto a colación, es por la reaparición de los piratas en el mar Caribe: el pasado 10 de diciembre de 2025, el buque petrolero venezolano “Skipper” fue abordado por un grupo de 10 marines y varios soldados estadounidenses. Lo secuestraron y se llevaron su tesoro, que no era ni oro ni plata, sino petróleo, el llamado “oro negro”. Estos corsarios modernos no bajaron desde un braco emparejado al buque petrolero, sino que lo hicieron desde varios helicópteros y con potentes armas de fuego. Después de someter a la tripulación, cambiaron el rumbo de la navegación y enfilaron a las costas Atlánticas de USA.
Donald Trump lo comunicó con gran algarabía y señalo que los ataques continuarán. El presidente norteamericano no está conforme con todas las lanchas que ya ha destruido, ni mucho menos con los más de 80 marineros que ha asesinado, aunque él los llame “narcotraficantes” aunque los venezolanos aseguran que eran simples pescadores.
Este evento ocurrió mientras en Oslo, Noruega, sucedía la otra parte de esta película de piratas, con la entrega del premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, una mujer que, si bien ha sido opositora al régimen de Maduro, también ha pedido la intervención armada de los yanquis en su país. Su petición por una invasión extranjera que no será nada pacifica, irónicamente le ha conseguido el premio Nobel de la paz, mismo que dedicó a Donald Trump a quien quiere que entre a su patria como Juan por su casa para llevarse el petróleo, junto a los recursos minerales y forestales de la tierra en donde nació el libertador Simón Bolívar.
Si Barbanegra era terrible, Mr. Trump no canta mal las rancheras. Bien le podríamos poner por nombre de “Pirata Naranja”, y en lugar de la bandera con la calaverea, la de las barras y las estrellas. Y como estamos entonces en una nueva época de piratería, para dejar una nota más alegre, dejó aquí la descripción que de estos personajes ha cantado el recientemente galardonado en México Joan Manuel Serrat:
Todos los piratas tienen
Un temible bergantín
Con diez cañones por banda
Y medio plano de un botín
Que enterraron a la orilla
De una playa en las Antillas
Todos los piratas tienen
Un lorito que habla en francés
Al que relatan el glosario
De una historia que no es
La que cuentan del corsario
Ni tampoco, lo contrario
Por un quítame esas pajas, te pasan por la quilla
Pero en el fondo, son unos sentimentales
Que se graban en la piel a la reina del burdel
Y se la llevan puesta a recorrer los mares
Marchando una de piratas
Larga vida y gloria eterna
Para hincarles de rodillas
Hay que cortarles las piernas
Todos los piratas tienen
Atropellos que aclarar
Deudas pendientes y asuntos
De los que mejor no hablar
Se beben la vida de un trago
Y se ríen con descaro
Hasta que un día, temblando
En la popa de un velero
La encuentran
Y traicionando la ley del filibustero
No reclaman el rescate
Y rehúyen el combate
Cuando los piratas son hombres enamorados
De una piel que huele a jazmines, rompen promesas
Con sus hermanos de ayer, y huyen al amanecer
Rumbo a un puerto que aún no ha puesto precio a su cabeza
Marchando una de piratas
Nadie doblegó su espada
Y bastó una mujer hermosa
Para cortarles las alas
No hay historia de piratas
Que tenga un final feliz
Ni ellos ni la censura
Lo podían permitir
Por la espalda, en una esquina
Gente a sueldo los asesina.
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
RAMÓN ORTIZ AGUIRRE
Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.