El Alfil Negro

SEGREGACIÓN

Por Ramón Ortiz Aguirre

«Initium sapientiae, cognitio sui ipsius»
(El comienzo de la sabiduría es el conocimiento de uno mismo)

Como consecuencia de la pasada y muy discutida elección del 1 de junio, en la que se eligieron los nuevos miembros del Poder Judicial de la federación, una buena parte de los medios de comunicación se dedicaron a cuestionar, criticar y descalificarlo todo. No solo al proceso, sino sobre todo al hombre que resultó electo para presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Resulta que casi todos los comentócratas pusieron el grito en el cielo porque, según ellos, no debió haberse dado una elección que le dio el triunfo a un hombre cuyo origen está en los pueblos originales de esta nación.

 

Los “análisis” de esas “mentes brillantes” han sido brutalmente descalificadoras, persecutorias y juzgadoras. Desde sus espacios de opinión, quienes se sienten la voz del pueblo se han confirmado como los voceros de la desprestigiada y adormilada oposición que se rehúsa a reinventarse o a reconstruirse. Han demostrado no ser otra cosa que parlanchines de la descalificación, tan inútiles como los senadores y diputados que suben a tribuna solamente para insultar y descalificar sin ningún sustento ni proponer cambios beneficiosos para toda la población.

 

El colmo es que más allá de sus columnas y espacios radiales y televisivos, los opositores a la Cuarta Transformación se dedican apasionadamente a hacer memes y contenido de TikTok con la única finalidad de atacar y agredir. Ahora mismo, por ejemplo, se han encarnizado contra Hugo Aguilar Ortiz, el hombre que a partir de este año será presidente de la Suprema Corte.

 

Tan sólo esta semana dos personas distintas me compartieron por WhatsApp la misma grabación comentándome que la designación del licenciado Aguilar es una burla. Plagados de mentiras y desprecios, los comentarios que me enviaron lo calificaban de un “pinche indio” analfabeta que no merecía ocupar el lugar de la ministra Piña, pues, equivocadamente, afirmaban que ni siquiera había estudiado leyes. No conformes de su racismo e ignorancia, en sus mensajes nos culpaban a todos los “chairos” de las desgracias que se avecinaban sobre el país.

 

Entiendo bien que esos comentarios no deben ni siquiera que tomarse en cuenta. Si comparto esta experiencia, es para ejemplificar la polarización y el oscurantismo que hoy día nos envuelve. Uno de los textos me lo envío un individuo que varias veces me ha presumido su admiración por Donald Trump y Felipe Calderón, y que igual se llena la boca para decir que ya tiene un pasaporte español, pues su abuelo emigró a México y él tiene el derecho de sangre. Seguramente su abuelo emigró huyendo del franquismo y del hambre, porque los ricos no emigran, pero eso se le olvida a la descendencia.

 

La otra persona que me mandó esos disparates es un amigo proveniente de uno de los pueblos originarios de la Huasteca Potosina. Su comentario me entristeció, pues no alcanzo a comprender que desacredite a un conciudadano que, cómo el, proviene de la porción más segregada de nuestra población, tanto por su color de piel, como por su precaria economía y sus orígenes. ¿No ha atestiguado en carne propia que México es un país segregacionista, racista y clasista?

 

Hugo Aguilar Ortiz es originario del pueblo mixteco. Nació en San Agustín Tlacotepec, Oaxaca, y en su juventud ayudó a su familia en el trabajo del campo. Estudio derecho en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, en donde se tituló con la tesis “Pluralismo Jurídico, el sistema electoral indígena en la región oaxaqueña”. Más tarde estudió su maestría en derecho constitucional en la misma universidad. Hoy en día, como presidente entrante de la corte, Aguilar Ortiz enfrenta un gran reto en la impartición de justicia, que ha sido uno de los fallos más grandes de nuestro país. Las críticas y comentarios xenófobos y clasistas van a continuar, pero ahora tiene la obligación de callar a los comentócratas y a sus creyentes. Para logarlo, sólo puede hacerlo con trabajo, honradez y amor por México.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE

ramon.ortiz.aguirre@gmail.com

Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.

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