Los Expedientes del Imperio
Por Jaime Contreras Huerta
El antes y el después
Antes de que Xóchitl Gálvez fuera elegida como candidata del Frente Amplio por México, la narrativa de la oposición intentó instalar en el imaginario colectivo una visión de la realidad donde la democracia estaba en riesgo, que vivíamos en una dictadura y que nos convertiríamos en un país comunista. En este contexto, los medios de comunicación corporativos, identificados con los intereses de la oposición, fijaron en su agenda, información centrada en la crítica al gobierno del presidente Manuel López Obrador, acusándolo de corrupción, ineficacia y autoritarismo.
Los llamados intelectuales orgánicos del antiguo régimen aseguraban que las políticas económicas y sociales del gobierno eran un error que le costaría mucho al país. En junio de 2021, Héctor Aguilar Camín, en una reunión virtual, llamó “pendejo y petulante” al presidente de México, afirmando que perdería la revocación de su mandato. En ese mismo año, Jorge Castañeda publicó que ”la razón de la popularidad de López radica en el pensamiento mágico de la sociedad mexicana”.
La fraseología se desbordó. Raymundo Riva Palacio, afirmó: “López Obrador es un individuo rupestre”, Diego Fernández de Cevallos: "Se trata de un individuo primitivo al hablar y con ideas elementales”; Jesús Silva Herzog: “Su universo gramatical consiste en no más de 15 frases”; Javier Sicilia: “El español que habla es pobre y anacrónico, lleno de contradicciones, mentiras, descalificaciones, redundancias y se parece al que se emplea para vender un nuevo detergente que limpia la ropa y la casa como en ningún otro”.
Ricardo Alemán: “Se trata del más analfabeta de los presidentes de México y también del más imbécil”; Soledad Loaeza: “Su discurso es una ofensiva contra los sectores más educados de la sociedad”; Frantz Fannon: “Similar al de esas dictaduras hoy innombrables que hundieron a la literatura y a la historia en las tinieblas del pensamiento único”. El odio era evidente y encontraron en la guerra sucia, la estrategia más eficaz, según ellos, para lanzar mentiras, denostar, ningunear, descalificar, entre otras acciones para frenar la popularidad del presidente y crear descontento social. A esta estrategia se sumaron otras, como la de la alianza político-empresarial, la de los partidos de oposición, la de los de la sotana, expresidentes y medios de comunicación tradicionales para desestabilizar a la Cuarta Transformación.
En las elecciones del 2021, la coalición "Juntos Haremos Historia” ganó en 11 estados de 15 y en 2022 ganó en 4 estados de 6 en los que se eligieron gobernadores, En cuatro años, Morena consiguió 21 gubernaturas y en 2023 se sumó la del Estado de México. Los analistas consideraron que los triunfos obtenidos fueron, en gran medida, por el efecto López Obrador y la oposición reforzó su estrategia de guerra sucia contra el mandatario.
El 30 de agosto, el Frente Amplio por México declaró como su candidata, para contender por la presidencia de la república, a Xóchitl Gálvez y al mismo tiempo se convirtió en portavoz del bloque opositor. Su campaña inició con señalamientos de que competía en desventaja porque se trataba de una elección de estado con muchos recursos a favor de la candidata de la Coalición Juntos hacemos Historia, Claudia Sheinbaum. En este escenario, Xóchitl Gálvez, impulsó una narrativa basada en denuncias de corrupción del Gobierno Federal en las obras del Tren Maya, en la Refinería Dos Bocas y se empeñó en relacionar a López Obrador con el narcotráfico. Sin propuestas claras y con insuficiente formación política, carencia de habilidades de argumentación, problemas de lectoescritura, una gran habilidad para mentir y denostar, configuró una caricatura de si misma como candidata, contraria a la imagen que le habían configurado los intelectuales orgánicos y comentócratas. La burla inundó las redes sociales ante sus múltiples ocurrencias y desatinos.
En plena campaña electoral, el líder de la oposición, Claudio X González, lanzó una campaña mediática en contra del presidente con un alcance de más de 4 mil millones de visitas bajo el hashtag “#narcopresidenteAMLO”. A esta estrategia se sumaron medios de comunicación, tanto mexicanos como internacionales, tal como el New York Times, sin embargo la popularidad de López Obrador se mantuvo en 60 % con lo cual ya era posible pronosticar lo que sucedería el dos de junio: el triunfo aplastante e histórico de Claudia Sheinbaum para asumir la presidencia de México. La oposición reconoció su fracaso, pero luego reculó e impugnó la elección y con el recuento de los votos se legitimó la Victoria histórica de la Coalición Juntos hacemos historia.
A la oposición le ganó el odio contra Manuel López obrador, el ninguneo al pueblo de México, su soberbia, es decir, su idea de superioridad frente a los demás. No vieron que los mexicanos estamos en otro régimen, el de la trasformación que incluye a las conciencias y al pensamiento crítico, no reconocieron los logros en la micro y macroeconomía, se aferraron a permanecer en su ortodoxia neoliberal, no captaron que la ciudadanía ya no está excluida de la vida política y que ya no está fuera de las decisiones de los actores políticos.
Apostaron a la clase media, pero este sector también entró a la transformación, ya que el 49% de la clase media alta votó a favor de Claudia Sheinbaum, el 59% de la clase media también y el 61% de la clase media baja igual. Después de su gran fracaso deben aprender mucho de Andrés Manuel López Obrador y ya no alimentar su odio y la esperanza de que ya no avance la prosperidad porque su guerra de mentiras ya no funciona. México ya está vacunado y vivimos en democracia.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
JAIME CONTRERAS HUERTA
Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.