El alfil negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

OTRA FARSA ELECTORAL 

“Ex malis eligere mínima”

("De los males, escoger los menores")

- Cicerón

En los primeros minutos del 20 de abril, en pleno Barrio de San Sebastián, el señor Enrique Galindo dio lo que él y sus seguidores denominaron su “apertura de campaña”. Fue más que eso, se trató de la confirmación de que existe un “presidente-candidato” que nunca ha dejado de gobernar a la ciudad de San Luis Potosí y lo seguirá haciendo a través de la señora Daniela Cid, designada presidenta municipal interina. Esta señora se ha ganado el privilegio de colgar su fotografía en el salón de los exalcaldes, a pesar de que no haga nada de nada. Por su parte, Enrique Galindo tiene todo el trienio en plena precampaña, la cual intensificó en los últimos meses, incluso antes de que se hiciera oficial su registro como candidato. En toda la geografía municipal llevamos mucho tiempo viendo sus mensajes y mantas, junto a personas con camisa, playera, chaleco o chamarra roja o azul, indistintamente.

Los procesos electorales son un circo y un desfile de falsedades, llenos de abrazos fingidos, de entrevistas callejeras, de repartición de playeras, cachuchas, lonches, mochilas y despensas raquíticas; de visitas a mercados y comidas en puestos callejeros y fondas. Las y los candidatos prometen lo inalcanzable, juran que su lucha es diaria y sin descanso, y que nos brindarán un mejor lugar para vivir para que los ciudadanos podamos escoger el menor de los males.

Honradamente, de entre todos los candidatos que desde los primeros minutos del 20 de abril lanzaron su campaña, podemos esperar casi nada. Uno ha tenido casi 3 años para resolver el problema del agua sin lograrlo. Otra pudo impulsar desde el congreso de la unión reformas legislativas importantes, menos conseguir apoyos para el estado y permaneció impávida. Otro fue secretario de un ayuntamiento tachado de corrupto a tal grado que llevo a la inhabilitación de su jefe, Xavier Nava.  El último, por su parte, es un comerciante con tan buenas intenciones que le cerrarán todas las puertas, además que a su partido sólo le interesa conservar su registro.

En fin, es tiempo de salir a regalar falsas expectativas y derrochar el dinero, que al fin y al cabo a ellos no les representa gastar de su propio peculio.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

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