Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta

La narrativa embaucadora de la oposición

Las principales características de la narrativa del presidente del PRI, Alejandro Moreno, y del senador Ricardo Anaya para atacar a la presidenta Claudia Sheinbaum y a su gobierno, se centran en acusaciones de autoritarismo y reformas que amenazan la democracia. Su discurso embustero busca generar desconfianza y alarma social, pero sin éxito, ya que no es efectivo ante el gobierno consolidado de Sheinbaum.

La narrativa de ambos dirigentes del prianismo pretende crear alarma social y política resaltando crisis de libertades democráticas, autoritarismo y el fracaso gubernamental, con el objetivo de deslegitimar a la presidenta Claudia Sheinbaum y su administración. Sus falacias se desbordan para persuadir a la audiencia y generar una percepción de crisis o inestabilidad, aunque la realidad sea diferente. Este tipo de narrativa busca movilizar emociones y reforzar ciertos sentimientos de desconfianza o miedo, más que basarse en argumentos válidos o pruebas concretas.

Alejandro Moreno insiste en denunciar que, con iniciativas como la Ley de Telecomunicaciones y la reforma electoral, impulsada por Sheinbaum, se busca censurar a la oposición y controlar a las autoridades electorales. Las compara con el nazismo de Hitler y alerta sobre un riesgo de instauración de un régimen autoritario en México. El priista ha calificado el gobierno de Sheinbaum como un "fracaso absoluto", señalando que mientras se presumen cifras positivas, millones de mexicanos enfrentan inseguridad, crisis en salud, debilitamiento del Poder Judicial y retrocesos económicos.

Compara las reformas que impulsa la presidenta con las reformas del nazismo, tratando de crear una narrativa de peligro extremo y destrucción de la democracia y advierte que las reformas buscan someter al Instituto Nacional Electoral (INE) y evitar la competencia electoral, con el objetivo de consolidar un partido único y un gobierno aliado a la delincuencia. La narrativa del presidente del PRI es un intento de manipulación mediática o desinformación. Su artilugio utiliza argumentos engañosos o falacias para influir en la opinión pública y crear una narrativa de crisis o inestabilidad, aunque los hechos no respalden esa visión.

Para Ricardo Anaya, la reforma electoral es una estrategia del gobierno federal para controlar al INE y que MORENA vuelva a ganar las próximas elecciones. Su visión alarmista lo incita a considerar que se trata de un retroceso al estilo de las prácticas autoritarias de los años 80 en México. En relación con reformas en materia de seguridad y población, Anaya intenta amedrentar a la audiencia de que el gobierno podría usar la CURP para acceder a información personal de los ciudadanos (compras, geolocalización, registros fiscales), acusando que se está instaurando un "gobierno espía".

Su narrativa insiste en hacer un llamado a la oposición para defender la democracia y evitar la aprobación de reformas que, según él, buscan desmantelar el sistema electoral independiente y concentrar el poder en el gobierno federal. En cuanto a las reformas aprobadas, durante el gobierno de Claudia Sheinbaum, denunció que se aprobaron en periodos extraordinarios, con dictámenes entregados a última hora, sin debate, ni parlamento abierto, lo que considera una falta de transparencia y un atropello a la democracia.

En pocas palabras, ambos opositores sustentan su narrativa vacía para “alertar” que las reformas de la presidenta Sheinbaum son un intento de control absoluto del sistema democrático, especialmente del INE. Acusan al gobierno de intentar eliminar la competencia política y establecer un régimen autoritario. Su estrategia busca manipular con analogías históricas extremas (nazismo, fascismo, autoritarismo de los años 80) para generar alarma. Los dos senadores critican la falta de transparencia y el atropello a las instituciones durante el proceso legislativo por lo que llaman a la defensa de la democracia para dar batalla e impedir la aprobación de estas reformas.

Es obvio que se trata de una narrativa sin sustento en argumentos válidos y evidencias verificables. En este sentido, usan palabras con doble filo para persuadir, pero cuando se analizan, no dicen nada concreto ni comprobable. Pretenden generar emociones sobre todo de miedo y recurren a enunciados como: Está en riesgo la república, la democracia y los derechos fundamentales, el gobierno está construyendo un estado vigilante, represor y de censura con acceso a datos biométricos, expedientes clínicos y comunicaciones personales, comparándolo con el "Gran Hermano" o "Big Brother"

Es viable considerar que la efectividad de la narrativa embaucadora de los opositores es limitada, ya que su campaña negativa permanente no logra traducirse en resultados favorables, en gran medida, porque las narrativas negativas, por sí solas, son insuficientes para revertir tendencias políticas consolidadas como las del Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. La campaña negativa permanente de la oposición devela limitaciones estructurales importantes, como la dependencia excesiva de narrativas negativas sin presentar propuestas alternativas convincentes, por lo que esta estrategia puede generar efectos que, en lugar de debilitar al gobierno federal, consoliden su aprobación.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JAIME CONTRERAS HUERTA

jcontrerash44@gmail.com

Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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