Caballo Cultural

Por Pedro Félix Gutiérrez 

CONCIERTO EN LA CTM

Voy a recordar un momento muy grato, trascendente y único que no se ha vuelto a repetir. Finalmente había terminado el concierto de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí en el Auditorio “Fernando Amilpa” de esta longeva organización sindical y la presentación final  y ambientada de unos cantantes que todos los asistentes coreamos: “¿Cómo te voy a olvidar?” de Los Ángeles Azules. Cuando ahí entré, un grupo de obreros, que bajaban las escaleras, dijeron: ”¡Ahora sí nos la bañamos...bajar del elevado espíritu celestial a la común tierra!”

 

Y es que para celebrar las festividades del primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, este grupo sindical, al mando de su secretario general, Lic. Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, decidieron, a invitación mía, realizar un concierto con la sinfónica potosina, tal vez el primero en la historia de esa central obrera que intenta divulgar las más altas manifestaciones artísticas entre los miembros de su gremio.

 

“Los trabajadores tienen derecho a la cultura como otros grupos sociales y nosostros estamos comprometidos con el mejoramiento de la calidad de vida de la fuerza de trabajo. Es una nueva visión de la CTM”, así lo dijo mientras entregaba la medalla al mérito sindical.

 

Las más de ochocientas butacas del auditorio resultaron insuficientes para albergar a los trabajadores del vidrio, del plástico, del papel, del gas, del transporte y de la industria en general y a sus esposas, familiares y amigos que -atónitos y gratamente sorprendidos- escucharon para empezar el concierto para trombón de Nikolái Rimski-Kórsakov, el perfeccionista, interpretado por el solista Jesús Antonio Martínez, quien gracias a la vibración de sus labios y el flujo rítmico del aire, fue generando notas apasionantes que recuerdan a la música popular rusa, los metales y la producción del sonido. ¡Qué pieza! Kórsakov fue marino y esta melodía la compuso en un barco.

Recordamos de este autor otras interpretaciones de la sinfónica potosina en otros escenarios la gran Pascua rusa, Sherezada. Su obra “El gallo de Oro” fue una dura crítica a los zares y a la aristocracia rusa. También los llevé al Mercado República, entre birria, mariscos, frutas, carnicerías y flores, pero eso es otra historia.

 

Posteriormente al concierto, el Dr. Juan Manuel Carreras, Mario García Valdez, Fernando Pérez Espinoza y sus esposas escucharon -junto a los trabajadores-, el Concierto para Violín y Viola de Mozart. El tema es precioso y fue fondo musical de la película Conspiración de Mujeres (1988), dirigida por de Peter Greenaway, la cual cuenta la historia de tres mujeres que comparten el mismo hombre el cual es asesinado y la certificación de su muerte es por suicidio si aceptan los favores sexuales del investigador.

 

En esta interpretación Olga Gariachikh al violín y Alena Struchkova en la viola ejecutan con maestría la idea de Mozart, su composición en que el violín sobresale siempre y él busca que la viola comparta ese protagonismo. El autor andaba en París cuando la compuso entre la sinfonía y el concierto.

Fue muy ajustado el escenario para recibir a la sinfónica pero con singular profesionalismo los músicos y los instrumentos se adaptaron al pequeño espacio desbordando el foro principal y usando las escalinatas laterales para timbales, platillos, tambores y demás instrumentos.

 

De pie celebraron los trabajadores asistentes esta primera parte del concierto y la segunda no fue menos aplaudida. A muchos les emocionó hasta las lágrimas las estampas de la música mexicana. La exquisita versión llevó al auditorio por música de Agustín Lara: “Mujer, mujer divina, tienes el perfume que fascina”; Solamente una vez, Farolito y Veracruz. Además fue impecable la dirección de José Miramontes Zapata con maestría, sensibilidad y academia.

 

Atrás quedaron los comentarios sobre si el socialismo soviético se parecía más a los sindicatos mexicanos que a otras cosas pues, en su nombre se tomaba todo, pero sin ser los dueños de nada. La interpretación de la música de Lara, música mexicana universal, hizo bailar los pies a más de cuatro.

 

La música activa nuestras emociones -se dijo también-, y sirve de motivación en las tareas repetitivas y monótonas que muchas veces realizan los trabajadores; pero hay un tipo de música que te permite concentrarte, pensar, cuestionar, planificar -o sea-, ejercitar la mente y usar la razón, porque muchas veces no hay silencio para pensar y se vuelve indispensable conocer otros ritmos, otros ensambles, otra instrumentación, otras melodías para trazar mejor nuestro plan de vida.

 

Esperemos que esta experiencia dé para mucho más. Si como se piensa en la CTM, hay que continuarla entre más empresas y sindicatos, entre más trabajadores, como una alternativa vital para mejorar su nivel de vida. Cada quien hay que aportarle y esta es muy buena oportunidad. La disposición de las partes existe, el maestro Miramontes no se arrugó ni pidió las perlas de la virgen y el líder de la central obrera tampoco.

 

Después en el convivio el Trío Azul Bohemia amenizó la convivencia y dio paso a los comentarios. Ya va a ser mayo, aún hay tiempo de convocar y arreglarlo.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

Pedro Félix Gutiérrez

pfelix2000@hotmail.com

X: @pedrofelixgutie

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Es académico investigador por la UASLP la cual ha publicado sus libros es considerado buen escritor y poeta sus columnas periodísticas son culturales

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