El Alfil Negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

NO POR MUCHO MADRUGAR EL MUNICIPIO SE HA FORMADO

 

Imperare sibi máximum impérium est
(Gobernarse a sí mismo es el gobierno más difícil)

Séneca

Es posible pensar que le asiste la razón a quien ostenta un cargo político. Claro que eso no es así, pues el haber sido seleccionado para dirigir u ocupar un cargo cualquiera es ante todo la adquisición de una obligación señalada por la Constitución y las leyes que de ella emanan. La o el ganador de unas elecciones debe solamente, en teoría, aplicar las citadas leyes para cumplir cabalmente con sus obligaciones. Esto no ocurre con demasiada frecuencia y la ciudadanía es usualmente víctima de improvisaciones y caprichos de sus intransigentes gobernantes.

 

Por no ir más lejos, la actual administración gubernamental más que conocer las leyes y los principios de la administración pública, se ha dedicado sobre todo a ingeniárselas para cumplir con puras obsesiones y ocurrencias, pensando que quizá de esa manera tienen contento a todo mundo. Eso no sucede, faltaba más, pero prefieren mantener la indiferencia ante el desagrado público y seguir cumpliendo con todo lo que se le ocurra al gobernante. Sus principales cómplices son los diputados locales, aunque ahí la llevan también los federales, quienes aprueban todo, absolutamente todo lo que se les manda. No se paran a pensar un momento si habrá realmente algún tipo de beneficio colectivo para la ciudadanía. Para qué hacerlo si al mantener contento al ejecutivo recibirán todo tipo de recompensas. 

 

Una de esas ocurrencias a las que me refiero, fue convertir a la delegación municipal de Villa de Pozos en el municipio 59 del estado. Se tomó como pretexto el que hace ya muchos pero muchos años Pozos fue un municipio que acabó siendo absorbido por la capital potosina. Para obtener lo que se pretendía, el primer paso consistió en movilizar a la bases gallardistas para exigir la municipalización; el segundo paso fue conseguir el voto de los diputados locales, lo que no fue un problema, hasta que faltó el visto bueno del alcalde capitalino, ¡quien no opuso la mínima resistencia en ceder parte del municipio que gobierna!

 

En el referéndum convocado resultó triunfadora la iniciativa del gobernador, quien de golpe y porrazo logró tener un nuevo municipio verde, situación favorable para sus movimientos políticos. Al mismo tiempo, el municipio capitalino perdió uno de sus puntos de mayor desarrollo inmobiliario, lo que consecuentemente significa la pérdida de un cuantiosísimo ingreso en materia de impuesto predial, derechos y licencias de construcción, entre otras muchas cosas. Eso por no contar con la despedida a la nueva zona industrial que se está desarrollando entre Villa de Pozos y Villa de Zaragoza.

 

El madruguete que conformó a este municipio en medio de una gran incertidumbre económica y administrativa solo es favorable para el Gobierno del Estado, quienes podrán manejar a su gusto y complacencia todo, lo que suceda en la naciente comuna. Sin embargo, tal vez por las prisas, se olvidaron de arreglar lo esencial: ¿Qué pasaría con los servicios que brindan seguridad y tranquilidad a los ciudadanos de la demarcación? Veamos, dijo el ciego: Hoy no existe quien recoja la basura que se acumula en las calles, pues la empresa que tiene el contrato con el municipio de San Luis Potosí ya dejó de llevar la recogida y disposición final de la basura en el relleno sanitario de San Juanico el Grande y en Peñasco. Entonces… ¡¿Quién está recogiendo los residuos y en donde lo depositaran de forma definitiva?!

El agua de Villa Pozos, hasta este momento, es suministrada por INTERAPAS, pero ante la posible desaparición del organismo operador, ¿quién hará cargo del suministro del vital elemento? En este momento, el nuevo municipio no tiene representación en el consejo directivo del ente que lleva el líquido vital hasta las casas y comercios. Por consiguiente, el problema se extiende a las aguas residuales que van a Tanque Tenorio para su tratamiento. Si bien el INTERAPAS cubre ciertos requisitos establecidos dentro el contrato con la CEA, ¿están preparadas las autoridades municipales para cubrir las necesidades?

 

La PoliSía (así como la escribe Galindo, con la falta de ortografía), no tiene la obligación de guardar la seguridad y el orden, aunque sigue prestando un servicio parcial. Sin embargo, Villa de Pozos ya debería tener conformado su cuerpo de policía y tránsito, aunque no se vea para cuando. Recientemente, alguien me comentó que esperan el valioso apoyo de las fuerzas policiacas de Soledad.

 

En fin, así me podría seguir largo y tendido y no bastaría el día de hoy para enumerar todos los problemas con que nace este municipio, así como señalar la falta de planeación para atender las necesidades apremiantes. Mientras la incertidumbre flota en el ambiente, los poceños ya están felices pues en el festejo de San Francisco de Asís, santo patrono de la comuna, tuvieron su fiesta al más puro estilo imperante en el estado: Harta música grupera, reguetón y dilapidación de dinero a lo bárbaro.

 

En fin, NO POR MUCHO MADRUGAR SE FORMA UN MUNICIPIO… aunque se haya cubierto otro capricho.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE

ramon.ortiz.aguirre@gmail.com

Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.

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