Gambito de Dama
Por Marcela Acosta
Mujeres, igualdad de género y derechos.
El Día Internacional de la Mujer, que empezó a conmemorarse por la ONU en 1975 y dos años más tarde fue proclamado por su Asamblea, es el resultado de la lucha de las mujeres por lograr la igualdad de derechos.
El desarrollo humano de un país no puede alcanzarse si no se tiene en cuenta a la mitad de la población, es decir, a las mujeres, y que las mujeres tengamos las mismas oportunidades de participación en los ámbitos público y privado, sin discriminación de género.
Históricamente esto no ha sido fácil ya que desde la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789 se tenía como referente exclusivo al “hombre”, las mujeres no participaban de este concepto, no se refería a su condición y por tanto no participaban de las prerrogativas ahí establecidas.
En México, la Asamblea Constituyente de 1917 establece -en el artículo 123- una serie de normas reguladoras del empleo que en teoría mejoraban sus condiciones laborales de hombres y mujeres.
Fue hasta 1974 que se reforma el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y se establece que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”, aunque en la práctica no lo sea.
A nivel estatal, por iniciativa del gobernador Rafael Nieto Compeán, el Congreso estatal modificó la Ley Electoral para conceder el derecho de voto a las mujeres mayores de edad que supieran leer y escribir.
Los distintos movimientos de mujeres que se han dado a nivel global, nacional y local han dado como resultado una reformulación de los derechos en los ámbitos de la educación, la salud, el trabajo, la igualdad social, entre otros.
En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible con 17 objetivos para transformar nuestro mundo, mejorar la vida de todas las personas, combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente.
El Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas en el mundo tiene entre sus objetivos poner fin a todas las formas de discriminación, eliminar todas las formas de violencia, incluidas la trata y la explotación, reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados, eliminar todas las prácticas nocivas, asegurar el acceso universal a la salud y los derechos reproductivos, lograr la igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales, mejorar el uso de la tecnología y las comunicaciones para promover el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
Según la página de la ONU se ha logrado un avance de apenas el 15.4 % de los indicadores, es decir, están muy lejos de lograrse para el año 2023: “Al ritmo actual, se calcula que se tardará 300 años en acabar con el matrimonio infantil, 286 años en subsanar las lagunas de protección jurídica y eliminar las leyes discriminatorias, 140 años en que las mujeres estén representadas con igualdad en puestos de poder y liderazgo en el lugar de trabajo y 47 años en lograr la igualdad de representación en los parlamentos nacionales”.
“Alrededor de 2400 millones de mujeres en edad laboral no tienen las mismas oportunidades económicas. A nivel mundial, casi 2400 millones de mujeres no tienen los mismos derechos económicos que los hombres. 178 países continúan estableciendo barreras jurídicas que impiden la plena participación económica de las mujeres. A nivel mundial, casi 2400 millones de mujeres no tienen los mismos derechos económicos que los hombres”.
La igualdad de género es un derecho humano fundamental, independientemente del país de residencia. Avanzar en la igualdad de género es fundamental para crear una sociedad sana en todos sus ámbitos, desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar de niñas y mujeres.
Hoy estamos en un buen momento para preguntarnos si en nuestro país, en nuestro estado y nuestra ciudad se están haciendo los esfuerzos necesarios para lograr la igualdad de género y el respeto a los derechos de las mujeres. También debemos preguntarnos si en nuestra familia y entorno inmediato fomentamos las condiciones para la consecución de estos objetivos.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
ROCÍO MARCELA ACOSTA CHÁVEZ
Traductora y Gestora cultural
Licenciada en Ciencias de la Comunicación con Maestría en Historia del Arte Urbano.
Fue productora y conductora de la sección cultural del Canal 9 de televisión local.
Miembro del equipo de investigación para la elaboración del expediente del Camino Real de Tierra Adentro
Fue subdirectora de Patrimonio Cultural y encargada de la Dirección de Patrimonio Cultural y de la Coordinación Estatal de Protección del Patrimonio Cultural del Gobierno del Estado de San Luis Potosí.
Ha sido ponente en Foros Internacionales y Nacionales de Patrimonio Cultural.