El Alfil Negro
¿Y A MI CUÁNDO ME TOCA?

Por Ramón Ortiz Aguirre
“Oneroso honor”
(Honor oneroso)
Sidonio Apolinar
Fernando ha acudido ya tres veces al Ministerio Público para levantar una denuncia y en cada ocasión ha recibido la misma promesa: se hará hasta lo imposible para atrapar a los ladrones que le robaron en su pequeña tienda de abarrotes. Le aseguran que se le regresará lo robado, como también al padre del pequeño Juan, a quien alguien le quitó la bicicleta que le trajeron los Reyes Magos. “Se aplicará todo el peso de la ley a los delincuentes”, les repiten, pero las promesas suenan vacías.
En nuestro San Luis Potosí, no hay día en que no sucedan una gran cantidad de robos de todo tipo y ninguna autoridad logra poner un alto a la delincuencia. Faltaba más, pero en el colmo de los colmos, ¡ya hasta robaron en una de las oficinas de Catastro Municipal y ahí tampoco pudo hacer nada la policía! En pocas palabras, vivimos en una total anarquía en la que somos víctimas de todo tipo de atracadores.
Hace unos días apareció una noticia a ocho columnas que se sintió como una bofetada fuerte y sonora para prácticamente toda la ciudadanía, sobre todo para aquellos que han tenido la mala experiencia de haber sido robados. La ofensa de la que fue portavoz la secretaria de Finanzas, con el beneplácito de nuestro ciudadano gobernante, fue la entrega de 350 mil pesos al dueño de una boutique de lujo. ¿Por qué entre charreada y charreada el gobierno ordenó el obsequio de tal cantidad de dinero a un vendedor de ropa de lujo cuyos precios resultan inalcanzables para la mayoría de la población? Según se anunció, esto fue para resarcir el daño a su patrimonio ocasionada por una banda de malhechores que ahora vestirán elegantemente.

Este acto de nobleza gubernamental quedó registrado en una serie de fotografías en las que una sonriente titular de la secretaria de Finanzas, entrega un enorme cheque al propietario del exclusivo establecimiento. Literalmente, el cheque era grandísimo, no solo por la cantidad de dinero, sino por el tamaño descomunal de la impresión. Parecía uno de esos que se les entregan a los ganadores de las justas atléticas o de un programa televisivo de concurso.
Ante las inconformidades que brotaron en redes sociales y pláticas de café, el gobierno estatal cambió su versión. Resulta que no fue un apoyo a la víctima del robo, sino el resultado de un préstamo tramitado ante el SIFIDE… ¡por Dios, qué se los crea su abuela! ¿De cuándo acá los prestamos se entregan en la oficina de la secretaria de Finanzas en pleno Palacio de Gobierno? ¿Desde cuándo un trámite de esa naturaleza se da en uno o dos días? Los que sabemos, damos fe que estas gestiones toman semanas e incluso meses.
Si así son las cosas, ojalá y un día de estos a todas las víctimas de la delincuencia les regalen un cheque para ayudarles a reponer lo robado. Y ya estando en esas, ¿cómo nos repondrá la pérdida de tiempo que ocasiona el trámite para el abusivo pago de la tarjeta de circulación? En fin, pareciera que para el ciudadano gobernante en esta entidad existen ciudadanos de primera clase y otros que ni clase alcanzan.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE
Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.