El alfil negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

Caballos en el senado

Mendacem memorem ese oportet

(Para mentir hay que tener buena memoria)

-Quintiliano

Un buen día, el emperador romano Calígula tomó la decisión de nombrar cónsul a Incitatus su caballo. Este hecho inusitado ha sido interpretado de muy diversas maneras; para algunos, este fue un gesto inequívoco de la demencia del emperador, aunque otros señalan que sólo fue una expresión de su sarcástico desprecio y burla al senado.

 

Esta acción ha pasado de ser una mera anécdota histórica a una realidad en este siglo XXI, cuando la dirigencia del PAN decidió entregarle una senaduría plurinominal a Xóchitl Gálvez, quien tomó muy “en serio” su nombramiento y se dio todas las facultades para hacer el ridículo en la sede del senado. Ya entrada en gastos, se fue a recorrer el centro histórico de la Ciudad de México hasta las puertas de Palacio Nacional, con toda la insana intención de servir a sus patrocinadores hasta el grado de servilismo que le permitieran trascender más allá de los muros del senado.

 

Un día la señora Gálvez se disfrazó de dinosaurio y así anduvo en el salón de plenos del senado. Sus compañeros de partido le aplaudían a rabiar, al tiempo que esbozaban una sonrisa burlona. Ella tomó todo como un gran elogio. Otro día salió corriendo desaforada con dirección a la antigua sede del senado para encadenarse a una silla y una mesa, pero ¡oh, sorpresa! Se equivocó de salón. Luego fue a rodar en una bicicleta eléctrica y sus patrocinadores pagaron a la prensa aliada, para que la compararan con lo más selecto del ciclismo mundial, casi casi pidiéndole ir a la Tour de Francia.

 

Ahora, a los suyos, les ha dado por difundir un pasado de sufrimiento y valor inigualable, y pretenden presentarnos a una mujer que, a pesar de su familia disfuncional, inició una lucha contra la pobreza a través del trabajo y del emprendimiento en la elaboración y comercialización de gelatinas, con las cuales invadió y saturó el mercado. Nos la venden como una mujer inquebrantable, luchona como pocas, gelatinosa como ninguna, una fémina que logró amasar una fortuna a base de venta de gelatinas y tamales.

 

Vemos en YouTube entrevistas con sus familiares y nos dicen que es mentira lo que dice esta señora colocada en el senado, como una burla a las instituciones. Es una política con alma de caballo romano que, incrustada en el senado y ahora como precandidata a la presidencia, está transitando del espíritu de Incitatus a bufón de la corte. Eso sí, tiene muchos problemas y uno que es su talón de Aquiles: le encanta mentir y tiene muy mala memoria.

 

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE

ramon.ortiz.aguirre@gmail.com

Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.

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