El alfil negro
Por Ramón Ortiz Aguirre
El caos urbano no tiene límites
“Nusquam est qui ubique est”
(El que está en todas partes no está en ninguna)
Séneca
Cada vez que salgo de casa por cualquier motivo, me veo inmerso en el caos que envuelve a toda esta ciudad. De entrada, San Luis tiene un trazo caprichoso, hecho sin ton ni son e históricamente diseñado en función de los caprichos de los urbanizadores y no de las verdaderas necesidades urbanas. Hoy, además, los ciudadanos sufrimos por todas esas obras que se están haciendo a diestra y siniestra sin planeación alguna y sin el objetivo de mejorar nuestras condiciones de vida, sino con fines de campañas políticas. Sí, no es coincidencia que, en la carrera electoral hacia el dos de junio, a las autoridades municipales se les ocurrió llenarnos de obras viales con el objetivo de la reelección de la actual alcaldía.
Se ha colapsado el tráfico en diferentes puntos de la capital potosina y justo es decir que no todo es culpa de las autoridades municipales. El gobierno del estado también está participando de esta fiebre por el pavimento y alcantarillado, por lo que diariamente tenemos que enfrentarnos al suplicio que significa trasladarnos de un lugar a otro. Por ejemplo, hoy día cualquier trayecto que usualmente toma entre diez y quince minutos, está durando un mínimo de treinta o cuarenta minutos.
Caso ejemplar es el barrio de San Miguelito, en pleno centro histórico de la ciudad. En este histórico lugar, los vecinos tienen meses sufriendo por obras que se suspenden un día sí y otro también. Todo esto debido a la torpeza de los funcionarios de la SEDUVOP que no han podido conciliar nada con los habitantes de esas adoquinadas calles. Seguramente hay alguna vía para ofrecer lo que mejor les convenga a los vecinos de San Miguelito, pero la autoridad no quiere llegar a acuerdo alguno.
Otro ejemplo lo tenemos en el poniente de la ciudad, donde todos los alrededores de Cordillera de los Alpes están colapsados. En esa zona se sufre lo indecible para transitar, sobre todo a partir de la glorieta Sierra Leona, a causa de la construcción de un paso deprimido en el cruce con Cordillera de los Himalaya. El departamento de ingeniería vial del municipio parece haberse esforzado porque el tráfico fuera una verdadera pesadilla. Alguien me decía que lo viera por el lado amable y no fuera negativo, que supiera que ese padecimiento tiene como único fin conseguir que la ciudadanía adquiera una paciencia de hierro a través de la meditación. Será el sereno, pero no está funcionando.
Una zona que se ha complicado también de forma preocupante es la de la glorieta Mariano Jiménez y su acceso a la colonia Balcones del Valle. ¡Vaya reto a la paciencia ciudadana que es pasar por ahí! Las mejoras al pavimento están siendo muy pero muy lentas, y los conductores que pasamos por ahí vemos con desesperación que, sin importar la hora de día, ¡rara vez hay alguien trabajando y la maquinaria está toda parada! Y en fin, así como estos tres casos hay muchos otros problemas que nos están causando las autoridades reeleccionistas. Lo peor del caso es que pasarán las elecciones en junio y seguramente, gane quien gane, todo seguirá igual.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
RAMÓN ORTIZ AGUIRRE
Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.