El alfil negro

Por Ramón Ortiz Aguirre

Eventos de calidad

felix sua sorte contentus”

(Feliz quien se contenta con su suerte)

Llegan a dormir a la intemperie. Los más afortunados plantan su tienda de campaña y desde allí esperan ingresar al llamado “Teatro del pueblo”, para ser parte del público que, amontonado, envuelto en una atmosfera insana en donde los virus flotan por todas partes y la falta de higiene se extiende por todos los rincones. Eso, al final de cuentas, no importa: lo verdaderamente importante es ver al artista con el que sueñan y al que han esperado desde que lo anunció el gobernador del estado meses atrás, como uno de los espectáculos más importantes del siglo, un show único e irrepetible, en el que se esperaba una asistencia única e increíble. Quienes asisten, les aseguran, son parte de la historia cultural de San Luis Potosí.

No es un atrevimiento decir que serán parte de la historia cultural de esta entidad, ya que en el programa de gobierno y de atribuciones de la Secretaria de Cultura se contempla  la realización de “eventos de calidad como la FENAPO”. Así es, y aunque usted no lo crea, una de las principales funciones de la acéfala dependencia es el organizar ferias como la de la enchilada, y las de los 57 municipios, sin incluir la capital, pues en ésta se lleva a cabo la feria estatal y, próximamente, la del nuevo municipio Villa de Pozos. Eso sí, siempre y cuando el pueblo así lo decida, aunque eso ya lo zanjó el gobernador, quien ha movido a sus grupos para que salgan a votar el día de referéndum.

Los asistentes al teatro del pueblo de la FENAPO no sufren por la larga espera, el sol abrazador o las noches frescas. Afortunadamente, solo han tenido que soportar leves lloviznas, mala alimentación, falta de sanitarios dignos, ausencia de aseo, y, sobre todo, borrachos que llegan y quieren ingresar a las largas filas pasando sobre los que se han mantenido firmes como cadetes del colegio militar. ¿Cómo van a sufrir si esta es, tal vez, la única oportunidad de ver gratis al artista de su preferencia?

Es verdad que los espectáculos son gratuitos, o solo es un espejismo. Por supuesto que para los sufridos asistentes el ingreso no tiene costo, pero gastan en cerveza, refrescos y comida, mientras que el resto del costo del espectáculo sale de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, dinero que podría ser bien aplicado en obras para beneficio colectivo.

Hasta el momento, para fortuna del gobernante, no se ha reportado ningún hecho de sangre ni ningún accidente. Se habla de robos de carteras, de teléfonos celulares y de partes de vehículos automotores en los estacionamientos. A lo mucho, se comenta que ha habido ciertas riñas, pero ante la gran cantidad de asistentes eso es pecata minuta. 

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP

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