Caballo Cultural

Por Pedro Félix Gutiérrez 

EL GABO

"El Gabo", así le decían sus amigos a Gabriel de la Concordia García Márquez, escritor nacido en Colombia y quien vivió en México 53 de los 87 años que duró el periplo de su enriquecedora vida.

Al recibir el Premio Nobel el de Literatura (1982) dijo en su discurso que  "Antonio Pigafetta, navegante florentino que acompañaba a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió una reseña que parece más bien una aventura de la imaginación”.

"Dice que vio cerdos con el ombligo en el lomo, pájaros como alcatraces sin lengua, un enorme animal con patas de pollo y que al primer nativo encontrado le pusieron enfrente un espejo y perdió la razón al ver su propia imagen".

Los gérmenes de nuestra novela de hoy están en los testimonios de los cronistas de las Indias. Alvaro Cabeza de Vaca recorrió ocho años el norte de México en busca de la “Fuente de la Eterna Juventud” con 500 hombres, de los cuales llegaron cinco. Los otros se comieron entre sí las mulas cargadas de once mil libras de oro para pagar el rescate de Atahualpa y las piedrecitas de oro en las gallinas -para caldo de alubias- que empollaban tallando en la espalda del macho.

Lo que no dijo fue que a comienzos de 1966 llegó a la Oficina de Correos a enviar el manuscrito 100 Años de Soledad a Buenos Aires, 492 páginas, 82 pesos. Del monedero de Mercedes su esposa sólo salieron 50 pesos, así que únicamente mandaron la mitad del libro. Y regresaron a casa a empeñar la licuadora y la estufa para mandar la otra parte. “Oye Gabo” -le dijo Mercedes su esposa-, “ahora lo único que nos falta es que la novela sea mala”, anécdota que cuenta Gerald Martí en la biografía del escritor colombiano.

El Gabo siempre estuvo ligado a la izquierda de los sesentas en México. Era observado y seguido por la temible Dirección Federal de Seguridad a cargo del temido Miguel Nasar Haro. Cuenta Elena Poniatowska que eran felices en el Bar Siqueiros donde se reunían Carlos Fuentes, Monsivái, Zabludovsky, Ángeles Mastretta y Pedro Armendáriz, entre otros. Cantaban "Arráncame la vida", título de canción que luego Mastretta hizo libro.

Entre su primera novela "La Hojarasca" y su última producción aún no sabemos si Gabo dejó algo pendiente, pues siempre estaba trabajando en algo. Se encuentran -entre otros de sus primeros poemas, Crónica de una muerte anunciada, El amor en tiempos del cólera -luego hecha película-. De joven fue crítico de cine cuando era feliz e indocumentado; Del amor y otros demonios, Memoria de mis putas tristes y Vivir para contarla.

Sin duda Noticias de un secuestro es un depurado y profundo trabajo de investigación periodística que narra los horrores y sinsabores del pueblo colombiano cuando estaba la guerra entre el narcotráfico y el gobierno de aquél país contra el Cartel de Medellín que dirigía Pablo Escobar.

García Márquez dice se inspiró en el dolor, la paciencia y la rabia de los secuestrados a partir de la historia de Maruja Pachón. “Esto fue lo que me dio coraje” -dijo Gabo a sus amigos-, “para realizar y persistir durante tres años en esta tarea, la más difícil y triste de mi vida”. Una experiencia humana desgarradora e inolvidable. Las desapariciones, el terror del secuestrado y secuestradores, las masacres, la muerte y la violencia. Dedicó esta obra a los colombianos inocentes con la esperanza de que nunca jamás nos suceda algo igual.

Es en Doce cuentos peregrinos de Editorial Diana (1962) donde relata su acercamiento con la muerte en un sueño que tuvo, un sueño esclarecedor donde asistía a su propio entierro caminando entre un grupo de amigos, vestidos todos de un luto solemne pero con ánimo de fiesta. “Todos parecíamos dichosos de estar juntos y yo más que nadie por aquella oportunidad que me daba la muerte de estar con mis amigos de América Latina, los más queridos a quienes no veía hace tiempo”, confesó.

"Al final de la ceremonia cuando empezaron a irse, yo intenté acompañarlos, pero uno de ellos con una severidad determinante me dijo para ti se acabó la fiesta. Eres el único que no puede irse. Sólo entonces comprendí que morir es no estar más con con los amigos”, expresó.

Todo esto sucedió en México cuando regresó de Barcelona por ahí de 1971. Estuvo acostumbrado a no leer ninguno de sus libros por el temor de arrepentirse, sin embargo, su tesis estaba basada en que el deber revolucionario de escritor es escribir y escribir bien, muchas cosas, le platicó a Juan Rulfo que fue uno de sus amigos más íntimos, seguramente del realismo mágico y que de niño vivía con sus abuelos maternos quienes le inspiraron algunos personajes.

De los cuatro premios nobel de América Latina, Gabriela Mistral -seudónimo de Lucía Godoy- (1945); Pablo Neruda (1971); el propio Gabriel García Márquez (1982) y Octavio Paz (1990). Ninguno está vivo, es hora de encender las veladoras y ponernos a leer la última novela postmortem de Gabo y que terminaron sus hijos: En Agosto nos vemos.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

Pedro Félix Gutiérrez

pfelix2000@hotmail.com

X: @pedrofelixgutie

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Es académico investigador por la UASLP la cual ha publicado sus libros es considerado buen escritor y poeta sus columnas periodísticas son culturales

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