El Alfil Negro

AHORA O NUNCA

Por Ramón Ortiz Aguirre

“Quod fecit quisque tuetur opus”
(Cada uno defiende la obra que realizó)

Ovidio

En este momento, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí pasa por uno de los momentos más críticos de su historia reciente. En mi Alma Mater nunca como ahora nos vimos en una situación económica que pusiera en riesgo a la institución de educación superior más antigua y de mayor prestigio en nuestra entidad, y que además cuenta con uno de los mayores prestigios entre las casas de estudio a nivel nacional. Lo más lamentable es que este padecimiento no ocurrió de la nada, ni de un momento a otro, fue más bien un proceso constante de desgaste económico iniciado con la llegada al gobierno del estado del señor Ricardo Gallardo.

Desconozco por qué el gobernador potosino ha levantado la canasta y no entrega a la UASLP los recursos que por derecho debe de recibir. Tampoco entiendo su insistencia en bloquear cualquier actividad universitaria, cuando no simplemente ignorarla. Si usted observa con detenimiento, el gobernador no acude a los eventos de la universidad, aún y cuando haya sido invitado, ni mucho menos ha manifestado algo positivo sobre ella alguna vez. ¿Por qué tanta y clara animadversión hacia la Autónoma?

En la pasada reunión del Consejo Directivo Universitario, el médico Alejandro Zermeño, rector en turno de la universidad, manifestó que, de continuar esta situación, en el próximo mes de diciembre no se podrán pagar sueldos y aguinaldos. De la misma manera, la institución también dejará de cubrir otros compromisos con proveedores de servicios. Tan grave es el panorama que incluso informó haberse reunido con el secretario de educación, Mario Delgado, para pedir su intervención, sin que hasta el momento haya visto satisfecha su petición

Honradamente, no creo que Delgado apoye a Zermeño en lo más mínimo. Como todos sabemos, el secretario fue uno de los artífices para la llegada de Gallardo a la gubernatura, y aunque también se haya reunido con la secretaria de gobernación, por ahí tampoco estará la solución porque a ella solo le informó sin pedir nada concreto a cambio.

No conforme con esta desgracia, al rector se le suma ahora la presión del auditor superior del estado, quien insiste en revisar a detalle los ingresos propios de la universidad. No importa que entre estos recursos no haya ni un solo centavo aportado por los gobiernos de los tres niveles: para el auditor, aunque sean recursos generados por la propia institución y que por ley no pueden ni deben de ser controlados por autoridades externas, nada debe escapar del ojo avizor de la gubernatura.

Señor Rector: el tiempo pasa más rápido de lo que pensamos y en unas cuantas semanas estaremos en diciembre. Si no recuperamos lo que por ley nos pertenece, lo perderemos inexorablemente. Debe actuar rápido, porque aún y cuando en los días finales del año se llegara a entregar ese dinero, no habría el tiempo suficiente para ejercerlo y legalmente deberá reintegrarse a la federación.

Ha llegado el momento de salir a tomar las calles y las plazas, para mostrar nuestra indignación. Es momento de que usted encabece las marchas que sean necesarias para recobrar lo nuestro. ¿No lo cree justo y necesario? Lo es y sobre todo ante el patético desperdicio de dinero en eventos como la Fenapo y los campeonatos charros. ¿Por estos espectáculos es válido no cubrir los recursos para la educación, la investigación y la formación de los futuros profesionistas?

Ya no se entreviste con la secretaria de gobernación ni con el de educación. Busque ser recibido por la presidenta; diríjale un escrito que se publique a nivel nacional en la prensa escrita, visite los canales de televisión y las estaciones de radio. ¡Acuda a la mañanera! Ponga a trabajar a su responsable de comunicación social, invada las redes sociales mostrando lo que vivimos, pero que no sea flor de un día, que se presione mañana, tarde y noche para hacernos respetar.

¿En dónde están los exrectores? Ya es tiempo de que se manifiesten, de pedir una cita con el gobernador y presionarlo para que cumpla con una obligación que es mucho mayor que el teatro del pueblo y el palenque.

¡AHORA O NUNCA señor Rector! Haga valer su investidura y recupere aunque sea un poco la dignidad de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

RAMÓN ORTIZ AGUIRRE

ramon.ortiz.aguirre@gmail.com

Originario del Centro Histórico de San Luis Potosí, Profesor Investigador de la Facultad de Ingeniería de la UASLP y Jefe de la División de Difusión Cultural de la misma institución, actualmente jubilado. Especialista en agua y medio ambiente.

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