La Jugada del Filo-Chairo
Por Hernán Rivera López
Necesidad de un acompañante espiritual
Hace ya más de veinte años que emigré desde mi México querido, hacia uno de mis sueños, que era viajar a Canadá y ver las maravillas que este hermoso país me prometió y del que me enamoré desde muy pequeño. Les platico que antes de la era de la super tecnología, la forma de viajar y conocer el mundo, era a través de los libros, radio, televisión etc., pero lo más usado era tu imaginación, así te teletransportabas a cada rincón del mundo y al cerrar los ojos sólo recordabas las palabras de la radio o las descripciones de los libros y, si tenías suerte, de las imágenes de la televisión que veías desde fuera de las ventanas de los vecinos ricos que tenían dicho aparato mágico, el cual, dicho sea de paso era símbolo de prosperidad económica de quien podía adquirir una.
La tecnología se veía en aquellos tiempos, como el futuro para acercar a las personas, ya que, se suponía que la especie humana se encontraba en esos tiempos muy alejada. Pero el tiempo ha pasado y la humanidad ha aceptado la tecnología y a mi parecer al voltear la mirada hacia el pasado, ves a una sociedad cálida pero muy lejana tanto que sólo quedan recuerdos de la taza de chocolate hecho a mano y el calor de hogar, al mirar el presente encuentras a una sociedad cada vez más sola, perdida en un mundo virtual, las nuevas generaciones ya no tienen sentido de la fraternidad, en una palabra, la humanidad se está enfriando espiritualmente y se aleja de la realidad refugiándose en un mundo virtual.
En Canadá, hay demasiada gente viviendo sola, esto consecuencia de varios factores, como son los siguientes, los grandes costes de la vida, que obliga a las personas a salir a trabajar en cuanto tienen edad de aportar, el abandono por parte de sus seres queridos, las dificultades o impedimentos para regresar a sus países, debido a crisis políticas, muerte de todos los familiares cercanos, mujeres solas que jamás se casaron y/o que decidieron no tener hijos, etc.
Ahora bien, si ya de por sí, el hecho de vivir solo es muy difícil debido a la falta de comunicación, imaginemos que tan difícil es estar además, enfermo o en condiciones de movilidad reducida, pues bien, esta realidad se actualiza cada vez más frecuentemente, en países desarrollados, en los cuales el único medio para poder vivir, es salir a producir dinero.
El problema de salir a trabajar para generar dinero se está viendo reflejado en grandes cantidades de personas abandonadas y enfermas de todas las edades.
En Canadá existe una clase de viviendas gubernamentales, abreviados en francés CHSLD (Centro de Alojamiento para Cuidados de Larga Duración), en las cuales se les da ayuda a personas que debido a alguna condición, ya no se pueden hacer cargo de ellas mismas, no obstante, el gobierno canadiense no se está dando abasto, debido a la gran cantidad de solicitantes; sin embargo, lejos de que el gobierno canadiense ayude a estas personas, esta viendo en las personas solas y enfermas, una carga económica.
Carga económica de la cual pretende librarse, abriendo el abanico de oportunidades posibles a la eutanasia, no considera el derecho a la vida que cada ser humano tiene.
El ser humano por naturaleza es un ser gregario y necesita este contacto social para poder vivir, al vivir en sociedad, se vive mejor, es nuestro hábitat natural y difícilmente, el ser humano se adapta a la soledad; toda persona, necesita sentir el sentido de pertenencia, todo ser humano desea ser reconocido, saberse valorado y apreciado como persona.
Es así como surge en Canadá, un grupo llamado “Los Acompañantes Espirituales”, que no son otra cosa que un grupo de personas que valiéndose de uno de los capítulos de la biblia (Mateo 25:35-46), son lanzados en misión para ir en busca de personas solas y/o enfermas, a las cuales visitan y cuyo objetivo es escucharlas y devolverles su dignidad como ser humano, al hacer acto de empatía, no con el afán de preguntarles y criticarlas, si no con la idea de que sean tomados en cuenta como personas y, gracias a este trabajo, que dicho sea de paso, es voluntario y sin afán de lucro, te puedo decir, que su excelente trabajo de escuchar en silencio a ji las personas que encuentran, ha logrado hacer cambios maravillosos en las personas abandonadas y/o enfermas.
Pienso de manera cabal que una sonrisa, una mirada, unos momentos de escucha auténtica por parte de un ser humano a otro, que sean brindados en el momento preciso y de manera fraterna y honesta, puede cambiar a las personas, sin siquiera darnos cuenta de lo que se logra con esa persona.
Recuerda querido lector que somos seres humanos y no máquinas, estamos programados para dar y recibir afecto y no sólo cosas materiales.
Si te gusta practicar el deporte de alto riesgo de cuestionar las cosas, te invito a que escribas a mi correo para discutir acerca de temas fuera de lo habitual.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.
HERNÁN RIVERA LÓPEZ
Es Ing Químico egresado de la BUAP, Comenzó como Ing de Calidad y Validación trabajando para Pfizer - Capsugel en el edo de Puebla para luego después inmigrar a Canadá, donde trabaja como especialista en alimentación desde hace ya 20 años. Actualmente estudia en la UPAEP La carrera de Filosofía.