Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta
Somos México con Aristegui
Carmen Aristegui devela que tiene la intención de cambiar la línea editorial de su programa de radio, con un giro que podría convertirla en la vocera de la marea rosa u organización “Somos México” que pretende convertirse en partido político con un presidente de nombre Edmundo Jacobo Molina, quien fuera secretario técnico del Instituto Nacional Electoral (INE) y brazo derecho de Lorenzo Córdoba, Edmundo Jac y que es un colaborador regular en el programa de radio de Carmen Aristegui en donde también colaboran exconsejeros del INE cercanos y leales a Lencho Córdoba, como Alfredo Figueroa, Fernando Belaunzarán. Otros son extrabajadores del INE como Claudia García, Carlos Alberto Ferrer Silva y Julio Cisneros, todos vinculados con Edmundo Jacobo y por ende con la organización somos México.
Entre este tipo de colaboradores están Guadalupe Acosta Naranjo, que fue representante del PRD en el INE, Cecilia Soto, exdiputada federal y coordinadora digital de Somos México y Claudia García, que también trabajó en el INE. Llama la atención que estos colaboradores estuvieron muy participativos en la difusión de la filtración de información llamada Televisa Leaks que develó una red de manipulación sistemática orquestada por el consorcio televisivo más influyente de México. Los 5 terabytes de datos divulgados demuestran cómo Televisa utilizó su plataforma para fabricar narrativas falsas, atacar adversarios políticos y empresariales, y distorsionar procesos democráticos. La filtración expuso la colusión entre poder mediático y político y generó más desconfianza ciudadana hacia los medios de comunicación corporativos con implicaciones profundas en la percepción de la realidad social, la credibilidad de las élites y los mecanismos de participación democrática
Desde su fundación en 1955, Televisa se consolidó como un actor central en la formación de la identidad cultural y política mexicana. Su modelo de negocio, basado en el control simultáneo de canales de televisión, emisoras de radio, productoras cinematográficas y plataformas digitales, le permitió establecer un monopolio sobre el flujo informativo, en tal medida que su hegemonía se tradujo en una capacidad única para definir agendas públicas, magnificar o silenciar crisis y moldear preferencias electorales.
Con la irrupción de las redes sociales, Televisa adaptó sus métodos de influencia mediante la creación del grupo Palomar, una unidad especializada en guerra psicológica digital. Según los chats y documentos filtrados, este equipo operaba bajo tres ejes estratégicos: Fabricación de tendencias artificiales mediante redes de bots y cuentas falsas, ataques coordinados contra figuras críticas al consorcio e Infiltración en espacios de deliberación ciudadana para redirigir conversaciones
Las fuentes consultadas señalan que un memorando interno de 2023 obtenido por Aristegui Noticias detallaba la asignación de recursos según el perfil del objetivo: "Para políticos de oposición, priorizar el descredito moral; para empresarios rivales, enfocarse en escándalos financieros; para periodistas independientes, ataques ad hominem." Esta sistematización convertía la manipulación en un proceso con reportes trimestrales a la alta dirección.
Los mecanismos de manipulación revelados por los Televisa Leaks operó con documentos filtrados para reconstruir el ciclo completo de producción de noticias falsas. “Cada campaña partía de reuniones de War Room donde participaban ejecutivos de Televisa, consultores externos de Metrics to Index (empresa especializada en manipulación algorítmica), y en ocasiones, funcionarios públicos. En estas sesiones se definían narrativas clave, se asignaban presupuestos y se establecían cronogramas de escalada mediática”.
Más allá de la distorsión informativa, las filtraciones expusieron prácticas de acoso sistemático contra blancos específicos. Por ejemplo, un expediente del empresario Carlos Slim revela como Televisa orquestó durante 18 meses una campaña para vincularlo ficticiamente con lavado de dinero, utilizando para ello falsificación de documentos bancarios, edición de vídeos deepfake mostrando reuniones inexistentes y contratación de trolls para inundar plataformas con denuncias anónimas
Estas tácticas buscaban no solo dañar reputaciones, sino generar un clima de miedo que calmara críticas al consorcio. Mensajes internos del vicepresidente Javier Tejado donde lo explicitaban: "Que cada ataque nuestro mande el mensaje de que resistirse sale más caro que colaborar". Sin embargo, el quiebre para Televisa llegó cuando Parametría reportó en enero de 2025 que, solo el 17% de los mexicanos confiaba en los noticieros televisivos, cifra que se desplomó al 6% tras de la divulgación de las filtraciones de Televisa Leaks. Este colapso refleja no solo indignación por las prácticas expuestas, sino un cambio paradigmático en la relación audiencia-medios. Encuestas cualitativas muestran que: 68% de los ciudadanos ahora verifica información en múltiples fuentes antes de creerla, 43% ha reducido su consumo de televisión abierta y 29% participa activamente en redes comunitarias.
La crisis se agravó por la evidencia de que Televisa utilizaba recursos públicos para sus operaciones de desinformación. Un contrato filtrado muestra que entre 2022-2024 recibió 1,200 millones de pesos del erario federal bajo el concepto de "campañas de salud pública" pero se trató defondos parcialmente desviados a financiar bot.
El caso Televisa Leaks ofrece información relevante para la era de la posverdad, sin embargo, su divulgación en el programa de Aristegui, no tuvo un impacto mediático de gran calado, en gran medida porque la opinión pública se concentró en la reaparición del expresidente Zedillo y sus ocurrencias. También porque los colaboradores identificados con la derecha de la marea rosa, el lenchismo y la organización Somos México carecen de confianza y credibilidad, y su presencia en el noticiero de Aristegui puede ser para propaganda.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JAIME CONTRERAS HUERTA
Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.