Los Expedientes del Imperio
Por Jaime Contreras Huerta
Mitos, chismes y posverdad
Los mitos son relatos que tienen su origen en las creencias y tradiciones de una cultura, son narrativas relacionadas con dioses, seres sobrenaturales o héroes, su propósito es explicar el origen del mundo, la naturaleza o las costumbres de una sociedad. Aunque los mitos pueden tener un valor cultural y simbólico importante, también pueden ser fuente de malentendidos y prejuicios si se toman al pie de la letra sin cuestionar su veracidad. Ricardo de la Peña, en su artículo, Noticias falsas en tiempos de la posverdad, explica que “los mitos tienen una función, pues cuando una comunidad comparte creencias míticas se establecen las bases para el entendimiento y la cooperación”. Agrega que otro relato es “el chisme que, sería un mecanismo complementario, menos rígido, más cotidiano, generado también para vincular grupos sociales; su importancia radica en servir de fuente de información para la comparación social dentro de un grupo”. Desde esta perspectiva, es viable considerar, que el chisme puede tener la intención de promover información falsa. “Esto ha hecho que el término chismear adopte el significado de charlar ociosamente sobre asuntos que atañen a otros con la intención de esparcir rumores infundados, orientados a difamar o calumniar a otros, con el fin de causar algún perjuicio”.
El mito y el chisme se manifiestan a menudo en el discurso de los comentócrátas de la oligarquía mexicana, por ejemplo, en la configuración del mito Xóchitl Gálvez, como la “salvadora del desastre que vive México” y en los chismes de los adversarios del presidente Manuel López Obrador para calumniar a su gobierno. En ambos casos, está presente la desinformación que opera con distintos mecanismos como la propaganda, palabra que viene del latín "propagare” y se refiere a la difusión de información, ideas o mensajes, de manera estructurada, para influir en la opinión pública y reforzar o cambiar actitudes sociales. La propaganda suele tener un objetivo político o ideológico y se considera una estrategia eficaz para desinformar con el objetivo de manipular a la gente distorsionando la verdad, por ejemplo, el discurso narrativo del presidente del PRI, Alejandro Moreno, que insiste en afirmar que “vivimos en una dictadura”
En el contexto de la información, también está la noticia periodística que, de la Peña define como “el relato sobre un hecho que despierta el interés del público y frente al que se asume una ética, conforme a la cual quien lo reporta tiene la responsabilidad de hacerlo con la mayor objetividad y veracidad posible, sin incluir su valoración personal”. Una noticia que contraviene lo anterior pasa al terreno de las noticias falsas que inventan hechos y distorsionan la verdad para generar indignación y exaltar emociones, se trata de noticias que maximizan su difusión mediante titulares escandalosos o sensacionalistas que se vuelven virales rápidamente. Tal es el caso de la noticia falsa que, en días pasados, compartió el expresidente Vicente Fox con la intención de desvirtuar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. El que se convirtió en tepocata, compartió en la red social X, la imagen de un video publicado en TikTok sobre una supuesta inundación en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). “Nuestro dinero a la calle hundido en agua”, escribió Fox en su tuit. Ante tal falsedad, los usuarios de redes sociales le aclararon que la imagen no corresponde al AIFA, sino a un aeropuerto de la terminal aérea de Frankfurt, Alemania. Fox eliminó su twuit
El desarrollo tecnológico ha sido fundamental para que tengamos mayor y mejor acceso a la información, pero también ha servido para la proliferación de noticias falsas, sobre todo en las redes sociales, donde un gran segmento de la población comparte información sin verificar su veracidad. En este contexto, la posverdad, que se refiere a la manipulación de los hechos y a la emocionalidad para influir en la opinión pública, ya está aquí y la estamos viviendo en un contexto donde las creencias y opiniones personales se nutren de las emociones, despojan a los individuos de la verdad e influyen de manera importante en la opinión pública. En la era de la posverdad, la interpretación de hechos es de carácter relativo y depende del punto de vista personal, se da más valor a las creencias, sin contrastar la información que se difunde sobre los hechos, en tal medida, que la opinión pública se configura sustentada en percepciones y no en la realidad. La posverdad es un fenómeno que representa un desafío para las sociedades democráticas basadas en la razón y la evidencia.
De todo y sin medida. Luego de que el presidente Manuel López Obrador rindiera su Quinto Informe de Gobierno, Xóchitl Gálvez lanzó un mensaje en redes sociales: ‘’Les resumo el informe: Bla, bla, bla, bla, bla, mentira, bla, bla, bla, bla”, dijo en X. Vaya que sigue demostrando sus insuficientes e inadecuadas habilidades para argumentar, sus obvias debilidades en materia de análisis y su constante irracionalidad. Sus comentarios son una burda imitación de los que suele compartir el expresidente Vicente Fox .Ambos están para la pena ajena.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
JAIME CONTRERAS HUERTA
jcontrerash44@gmail.com
Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.