Los Expedientes del Imperio
Por Jaime Contreras Huerta
El enemigo invisible
Resulta pertinente considerar que las campañas electorales del presente año están mostrando serios indicios de transformación en el ámbito político y mediático en el que actuamos y pensamos, sobre todo si somos observadores de la propaganda de la oposición que, ante la debacle que enfrentan por los resultados de las encuestas que favorecen a Claudia Sheinbaum, vemos que ahora, los oligarcas pretenden una nueva estrategia con apoyo de organismos de extrema derecha como Vox de España. La politóloga austríaca Natasha Sttobl, autora del libro: La nueva derecha. Análisis del conservadurismo radicalizado, publicado en alemán en 2021 y traducido al español en 2022, explica que a principios del siglo XXI, surgió una nueva generación, dentro de la nueva derecha, que busca unir el activismo político, la cultura pop y la lucha cultural que se reproducen principalmente a través de los espacios digitales por lo que utiliza este campo para ganar adeptos. Esta derecha alternativa ha ido creando una importante escena mediática de extrema derecha, que dispone de recursos económicos y protagonistas para llegar a sus seguidores a través de YouTube, Facebook y Twitter, con enfoques diferentes que develan fantasías evangélicas, clasismo y racismo hasta llegar al antifeminismo y la misoginia.
Esta nueva derecha opera con un pensamiento autoritario que se expresa en un nuevo fenómeno sociológico que, de acuerdo con la autora, se denomina burguesía cruda en la que no se considera una clase económica, sino un sector social que, bajo una fina capa de modales civilizados y gentiles, esconde actitudes autoritarias cada vez más visibles. En el caso de México, este tipo de actor social se empieza a manifestar de forma consistente en personajes como Ricardo Salinas Pliego, que ya advirtió su postura política, misma que dará a conocer con una gira que realizará en las próximas semanas. Otros actores están en las faldas de la oligarquía mexicana, que con Xóchitl Gálvez pretenden abandonar la idea de solidaridad social y sustituirla por una ideología de dureza que difunden mediante el fetiche de la responsabilidad personal, la eficiencia, el rendimiento y la utilidad en el marco de una lógica economicista que se caracteriza por su desprecio a los grupos más débiles.
Donde prevalece la burguesía cruda suele faltar el sentido de justicia, de solidaridad y de equidad que, precisamente no se vinculan ni con la eficacia ni con la utilidad. Cuando los sectores burgueses dan el paso hacia la extrema derecha, surge lo que Strobl llama un conservadurismo radicalizado que tiene como aspiración central, muy al estilo del extremismo de derecha, desmantelar las normas democráticas con simulaciones de aparentes rupturas con los partidos políticos para generar la sensación de no formar parte del sistema neoliberal. En este contexto, configuran campañas de indignación e inconformismo, con cierto tinte revolucionario, para invertir el habitual posicionamiento conservador del burgués y así aparecer como los que ignoran y rompen las reglas informales de la política para expandir la idea de una ausencia de reglas porque sin ellas se habilita la utilización del insulto y las agresiones sin fundamento, tal y como lo hacen en las redes sociales con la finalidad de romper con cualquier signo que los asocien con la imagen del político profesional, así que utilizan un lenguaje absolutista y megalómano, que al fin y al cabo, las mentiras, los insultos y las expresiones grotescas quedan sin consecuencia y una mentira repetida se convierte en una verdad. Es decir, la imagen que pretenden posicionar se basa en no hacer lo que habitualmente hacen los partidos políticos del centro y de izquierda. Además de esta estrategia ejecutan otras como la de provocar escándalos, y para mantener su escalada, generan nuevos escándalos, agigantan las banalidades y lanzan historias con el propósito de distraer a los ciudadanos con sobreabundancia de información, noticias falsas y escándalos.
Los actores del conservadurismo radicalizado no tienen seguidores políticos, ahora tienen fans que no se limitan solo a votar, sino que los siguen incondicionalmente sin importar sus ideas políticas. Todo lo que dicen es cierto y se convierten en la única fuente de la realidad para dar forma a una realidad paralela en la que dominan poderes oscuros y sucios que solo quieren derribar a sus adversarios. Sostienen la idea de que existe una guerra cultural en la sociedad, una batalla entre el bien y el mal entre nosotros y los otros, estos últimos, los de abajo y los más débiles, así que en su guerra solo hay ganadores y perdedores, Con estas premisas se han convertido en organizaciones que buscan instaurar un orden distinto la estructura de pensamiento que mira el mundo desde la división entre buenos y malos,
La extrema derecha radical, basada en el engaño, configura una ideología conspirativa en donde existe una guerra contra un enemigo invisible y como toda agresión siempre proviene de este enemigo, su reacción siempre se justificada como autodefensa porque tiene como objetivo destruir a ese enemigo sin rostro, desautorizarlo por completo y si la victoria electoral no se produce, solo puede haber una causa, el fraude manipulado por sus adversarios, Será esto, lo que se está fabricando en las mentes de los oligarcas mexicanos para pedir apoyo a Vox de España.
Si la construcción del enemigo invisible es consistente, se le puede atribuir todo lo malo porque se trata de un enemigo dentro del sistema político que se sitúa claramente a la izquierda. Para los conservadores extremistas, lo importante es construir una imagen sombría del enemigo, mediante una forma inespecífica que permita tratarlo con flexibilidad, de tal manera, que pueda ser criminalizado. El conservadurismo radicalizado extrae su poder de esta ola de miedo y en su discurso se recrea una amenaza ficticia contra el medio ambiente, la democracia, la justicia, el estado de derecho, la educación, las instituciones, pero en su agenda oculta, la amenaza real es contra sus privilegios y contra el estado de bienestar porque para ellos alimenta a los vagos a costa de los ciudadanos laboriosos como la señora que vendía gelatinas, ahora empresaria y una candidata muy a la nueva derecha radical con sus enemigos invisibles.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
JAIME CONTRERAS HUERTA
jcontrerash44@gmail.com
Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.