Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta

Periodismo sin pensamiento crítico

El intento fallido de varios periodistas, comentócratas y conductores de noticieros de exhibir a la presidenta Claudia Sheinbaum como una mentirosa en el caso de la detención de Simón Levy en Portugal, abre la interrogante sobre si el periodismo de oposición trabaja con profesionales que exhiben su insuficiente pensamiento crítico en su afán de denostar a la primera mandataria de nuestro país. Esta habilidad, de acuerdo con las fuentes en la web, se define como un hábito disciplinado para lograr la capacidad de dudar incluso de nuestras propias conclusiones antes de considerarlas como verdad. Esto implica en no dejarse engañar por los demás ni por nuestros pensamientos. “Para pensar críticamente se deben desarrollar acciones como la de cuestionar e investigar antes de aceptar, verificar sin anteponer cualquier creencia, cuestionar antes de aceptar y reflexionar en lugar de solo reaccionar”.

Las raíces del pensamiento crítico provienen de la antigua Grecia, hace más de 2500 años, con Sócrates. La historia explica que “la base sobre la cual se construyó es la humildad intelectual y la valentía de admitir nuestra ignorancia antes de buscar respuestas. Como expresó Sócrates, "la única cosa que sé es que no sé nada". Platón, discípulo de Sócrates, y Aristóteles continuaron su misión, para construir los cimientos de la lógica, la investigación y el escepticismo. Siglos después, la luz de la razón se avivó, durante la Ilustración. Filósofos como Immanuel Kant, con su frase "Atrévete a pensar por ti mismo" y Voltaire reforzaron esta postura, celebrando la razón como el motor del progreso humano. Desde el surgimiento del pensamiento crítico, esta habilidad se convirtió en la piedra fundamental de la ciencia, la democracia y la innovación, y poseerla fue considerado el signo máximo de una mente educada.

El pensamiento crítico Involucra habilidades como analizar argumentos, confrontar evidencias y liberarse de narrativas falsas. Se basa en el “Sistema Dos, una forma de razonamiento lento, exigente, analítico y laborioso para realizar un análisis serio separando loesencial de lo superfluo. “El psicólogo Daniel Kahneman describió dos modos de pensamiento: el sistema uno: rápido, automático y el sistema dos: lento, exigente y analítico donde reside el verdadero pensamiento crítico”. Cuando la tecnología realiza el esfuerzo por nosotros, el sistema dos se queda inactivo y el razonamiento profundo comienza a atrofiarse.

De acuerdo con los expertos, el actual desarrollo tecnológico está acelerando la atrofia del pensamiento crítico a través de mecanismos como la sobrecarga de información que opera en un tiempo donde cualquier información está a solo un clic de distancia. Esto a primera vista parece liberador, pero en realidad nos está ahogando en información, ya que el cerebro humano no fue diseñado para lidiar con semejante avalancha de datos. Otra es la tercerización del pensamiento que consiste en la facilidad de encontrar información instantánea usando Google, aplicaciones e inteligencias artificiales que, nos condiciona a tercerizar el pensamiento y a no razonar de forma profunda.

Otro mecanismo es la atrofia del sistema dos donde reside el verdadero pensamiento crítico. Cuando la tecnología realiza el esfuerzo por nosotros, el sistema dos se queda inactivo y el razonamiento profundo comienza a atrofiarse. Uno más es el efecto Google y la Pereza Mental, ya que la dependencia constante de los buscadores nos vuelve menos propensos a memorizar y menos analítico. El resultado es la pereza mental, donde preferimos las frases de impacto y los titulares instantáneos a los razonamientos profundos y el escrutinio cuidadoso.

Otros más son las cámaras de eco y el sesgo de confirmación que mediante la tecnología nos han llevado el instinto humano de buscar compañía entre aquellos que piensan parecido a nuestra visión de la realidad. En el ciberespacio, los algoritmos rastrean cada clic, cada me gusta y comentarios que hacemos para entregar cada vez más contenido que refuerza exactamente aquello que ya creemos con lo que se crea una cámara de eco donde solo escuchamos nuestra propia voz reflejada de vuelta. La mente pierde el hábito de ser desafiada, se acomoda y acepta todo lo que confirma nuestra visión del mundo, descartando el resto automáticamente como falso o estúpido. Respecto al sesgo de confirmación, es el que utilizamos como atajo mental que elige el confort en lugar del malestar del cuestionamiento.

El sensacionalismo, explotado por los medios de comunicación, las redes sociales y los influencers, no solo distrae, sino que manipula en un contexto donde la atención es el objetivo, y nada la captura tan rápido como la exageración y la indignación. De esto es que los titulares ya no buscan informar, sino provocar con historias alarmantes. Cuando la información se publica con énfasis en un escenario de crisis, los ciudadanos pierden la paciencia y se cansan de los análisis profundos, permitiendo que la emoción tome el lugar de la lógica

En un ambiente donde los medios exigen una reacción inmediata, la narrativa racional de algunos periodistas simplemente desaparece. Con el sensacionalismo buscan crear una fábrica de rumores e indignaciones donde el pensamiento lento y cuidadoso parece fuera de lugar y hasta ridículo, cediendo el cuestionamiento socrático al inmediatismo para denostar a un gobierno con información falsa como la de Simón Levy.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JAIME CONTRERAS HUERTA

jcontrerash44@gmail.com

Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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