Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta

Las implosiones

Una implosión se gesta en los partidos políticos de oposición luego de su histórica derrota en los pasados comicios electorales.  En este contexto, el Partido Revolucionario institucional intentará cambiar de forma, pero no de fondo, por lo tanto; la corrupción que representa seguirá vigente ante los ojos de los mexicanos. El Partido Acción Nacional podría remover de su cargo a Marko Cortés, pero persistirá su visión de política de negocios fraudulentos, aunque Xóchitl Gálvez pretenda democratizarlo a su manera y con la venia de Claudio X. González que, debe estar configurando una nueva sociedad civil con los sobrevivientes de la marea rosa. que ya no serán tantos cuando Andrés Manuel López Obrador termine su periodo de gobierno.

 

La implosión también hace mella entre los comentócratas que ya se saben incapaces de callar a los demás con su estrategia de que existe un solo lenguaje, el de ellos, apto para pensar, comunicarse y gobernar, ya no serán los dueños del “lenguaje correcto” que impusieron durante varias décadas con sus vagas e imprecisas reflexiones filosóficas  para insertar en el imaginario colectivo una serie de creencias que excluían  a la mayoría de los mexicanos. Ellos ya sienten los contrapesos de las redes sociales y solo les queda su negocio de la guerra sucia porque ese es su verdadero oficio. Por ejemplo, en un reportaje del periodista Ricardo Revilla  se dio a conocer que Héctor Aguilar Camín, “recibió veinte millones de pesos por operar en contra de Delfina Gómez con la finalidad de descarrilarla cuando era candidata para ocupar la gubernatura del Estado de México”.  Estos tipos venden caro sus embates, no obstante,  en  el proceso electoral que recién terminó,  fallaron en Veracruz, Puebla,  Morelos por lo que su descrédito  se fue a  la alza y los apapachos cada día se alejan de sus  bolsillos.

 

La implosión con el rostro más feo está en las entrañas del Poder Judicial, que en sus últimas embestidas contra la cuarta transformación está en primer lugar,  la  cena de diciembre pasado donde asistieron, por invitación de Norma Piña,  tres magistrados electorales y el líder del PRI, Alejandro Moreno,  en segundo lugar, la apertura y filtración de un expediente de investigación contra el expresidente de la Corte en retiro, Arturo Zaldívar, en tercer lugar, la liberación de actores relevantes en el caso Ayotzinapa: como la del exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, de ocho militares, en cuarto lugar, el caso de Abraham Oseguera Cervantes, integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación y hermano del líder de esa organización criminal.

 

Pero lo que está en la mira de millones de mexicanos es el hecho de que la presidenta del Poder Judicial, Noema Piña, tiene sueldo de hasta seiscientos mil  pesos mensuales, prima vacacional de cien mil  pesos, treinta días de vacaciones, aguinaldo superior al medio millón de pesos:  comida en restaurantes de lujo hasta por ochenta mil pesos anuales, comedor privado con bebidas internacionales, dos vehículos blindados con valor superior a los seis millones  de pesos, mismos que se renuevan cada dos años y que se puede quedar con ellos al finalizar su periodo como magistrada,  un pago anual por concepto de  riesgos de seiscientos cuarenta mil pesos, veintidós mil  pesos anuales para gasolina, peajes ilimitados, tres equipos de cómputo para su domicilio con su respectiva  impresora, escoltas federales, atención especializada para trámites de visa pasaporte y licencias, viáticos en viajes sociales y de trabajo para ella su familia y sus acompañantes.

 

Cinco millones  de pesos para contratar personal,  seis teléfonos de gama alta anuales con planes ilimitados, seis  ipads anuales con planes ilimitados,  soporte técnico, videovigilancia, seguro de gastos médicos mayores y menores, dos cientos mil pesos  para medicina,  seguro de vida institucional por doce millones de pesos,  pago por defunción por un millón ciento ocho mil pesos, gastos funerarios por treinta  pesos, apoyo anual para lentes de tres mil  pesos para ella, todos los jueces y ministros y para cada uno de sus familiares, también tienen derecho a una  pensión vitalicia del cien por ciento de su salario y si esto fuera poco, al finalizar su periodo  reciben  un bono de quince millones de pesos, todo esta con los recursos de un  fideicomiso con un valor aproximado de quince mil millones de pesos.

 

En fin, el día de hoy, sabremos los resultados de la encuesta para conocer la opinión de los ciudadanos sobre la iniciativa de reforma al Poder Judicial.  Creo que el pensamiento crítico de los mexicanos dará el sí y las implosiones pasarán a ser pesadillas.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP.

JAIME CONTRERAS HUERTA

jcontrerash44@gmail.com

Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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