Los Expedientes del Imperio

Por Jaime Contreras Huerta

Ternuritas:  El linchamiento lingüístico de AMLO

Desde el 2018, cuando Andrés Manuel López obrador tomó protesta como presidente de México, una gran parte de los llamados intelectuales orgánicos, periodistas, comentaristas, analistas, opinadores, entre otros, identificaron una amenaza contra el monopolio de  lenguaje que  han utilizado durante tres  décadas para explicar  la realidad  social, ya que  ellos se consideran  los dueños del lenguaje correcto para propagar la opinión pública en los medios de comunicación corporativos del país.

Frente a tal amenaza, “emprendieron en lo que va del sexenio, una viciosa y humillante campaña mediática para repetir una y otra vez que el presidente de México habla mal. El periodista Ricardo Alemán, publicó en el portal de Milenio, que López Obrador con dificultades habla español.  Soledad Loaeza, escribió en la Revista Nexos que, definitivamente no habla el lenguaje de la democracia. Alemán además afirmó, en la plataforma Nación321, que se trata del más analfabeta de los presidentes de México y también el más imbécil.  Jesús Silva-Herzog Márquez, en el portal de pulso slp, señaló que el discurso de AMLO está compuesto de quince frases. Por su parte, el escritor Javier Sicilia escribió, que está repleto de perversiones lingüísticas, y se parece a un detergente que limpia la ropa y la casa como en ningún otro.”

El párrafo anterior forma  parte del libro intitulado, Ternuritas: el linchamiento lingüístico de AMLO, autoría de David Bak  Geler, quien analiza la exclusión de las voces, de una gran mayoría de hablantes mexicanos, mediante un “proyecto lingüístico impuesto en México durante mucho tiempo para el beneficio de unos cuantos, quiénes determinan cuál es el lenguaje correcto para  comunicarse y gobernar:”  Este proyecto es categorizado por el autor  como  discurso del lenguaje único que detentan los intelectuales y  que difiere, en gran medida, con el discurso del presidente Manuel López Obrador. El autor expresa que, “Quienquiera que haya prestado atención habrá notado que el primer mandatario rompe el molde del lenguaje correcto, lo cual no se debe solamente a que conserva un marcado acento tabasqueño, sino también a que se comunica con expresiones y dichos como mi pecho no es bodega, me colmaron el plato, fuchi caca”, entre otros.

El libro se divide  en veinte partes, donde el autor aborda temas como: racionalidad, complejidad, diccionario, repugnancia, circulación, colonialismo; resignificar, insulto, tautología, entre otros. En cada espacio, David Bak desarrolla, de manera breve, pero con argumentos suficientes, distintas reflexiones sobre lo que piensan. escriben y divulgan los dueños del lenguaje único que, “llega a nuestros oídos desde la radio y la televisión o al escuchar las explicaciones de tecnócratas y expertos académicos con un vocabulario muy estrecho, un acento y un tono siempre semejantes en lugar del coro plural de voces que cabría esperar en un país con diferentes clases culturas y regiones”.

Desde  el año 2018, el despojo de las voces de los hablantes mexicanos quedó atrás con el vocabulario del presidente Manuel López obrador, cuyo  discurso  representa  la diversidad de las voces que interaccionan en la vida pública, sin embargo, el autor  escribe en la primera parte  del texto que, para los agentes de lenguaje único, como  Jorge Castañeda, María Amparo Casar y Gabriel Cuadri:   AMLO   desconoce de lo que habla, es todo menos racional, sus seguidores son  bárbaros  contrarios a la racionalidad. “El lema implícito de su gobierno es nada menos que muera la inteligencia, ¡viva la muerte”. Esto ya calienta, como dice el presidente, porque comentarios de ese calibre develan su misantropía, es decir, su desprecio y odio hacia la naturaleza humana, ya que se creen administradores de la razón que, “con un variado y barroco repertorio de eufemismos y metáforas pretenden  describir al primer mandatario como un ser  irracional que a todas luces no es”. Afirma Bak

La invención, es el título de la parte dos, donde el autor considera que los agentes del lenguaje único no se molestan cuando la academia, la ciencia y la mercadotecnia inventan y reinventan palabras como mejor se les antoje. Al respecto. Bak expresa:  “lo que les molesta del discurso de AMLO, es que su vocabulario no se ha inventado, sino que se trata de un repertorio denso y común de palabras que la mayoría conocemos bastante bien, Cuando AMLO dice corrupto, quién pompo o ternurita  entendemos sus palabras porque son las nuestras muy contrarias  a palabras como gobernanza” que usan los políticos tecnócratas.

Los dueños del lenguaje único consideran que debe haber un solo vocabulario, el autorizado por ellos  para la comunicación política y la académica. La diversidad de vocabularios mexicana queda excluida y en su lugar prevalece un vocabulario difícil de entender para todos y   que además confiere exclusividad a  unos cuantos,  “por eso AMLO es un traductor”, escribe David Bak,  “sólo que no en el sentido despectivo en que los agentes del lenguaje único lo entienden,” sino, un traductor que busca poner en común palabras que deben tener caridad en su significado. Back lo ejemplifica con una traducción de AMLO  sobre la palabra sociedad: “… cuando se entienda como sociedad a todo el pueblo, porque antes, ¿se acuerdan, que hasta se decía es de la sociedad? y había esa expresión, la sociedad eran los de arriba, habían secciones y todavía hay en los periódicos de sociedad. ¿y qué?, ¿no es sociedad el indígena, el campesino, el obrero, el maestro, el comerciante, el tianguista? ¿no es sociedad?  Entonces todos somos sociedad todos.”

Basta leer los primeros dos capítulos del libro Ternuritas para alentar la reflexión sobre la relevancia de reconocer la diversidad de hablantes que concurren, día a día, a lo largo y ancho del territorio nacional. Mexicanos y mexicanas que con sus palabras intercambian la visión de las cosas, del mundo, su manera de entender la realidad y de expresarla con diferentes vocabularios. A partir del 2018, los hablantes tenemos más claridad de lo que ocurre en el país, ya no somos  seducidos por el vocabulario de  los dueños del lenguaje único, que ocultaban o inventaban la realidad de los gobiernos neoliberales con los choros de siempre para darnos atole con el dedo.

Seguiré leyendo y recomendando el libro, Ternuritas: el linchamiento lingüístico de AMLO.  ¿Usted por qué no?

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP

JAIME CONTRERAS HUERTA

jcontrerash44@gmail.com

Maestro en Historia por el colegio de San Luis A.C. y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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