CELEBRAN CON LIBRO DE LUJO 100 AÑOS DE CHARRERÍA EN SLP
"Que no se acabe esa raza de los hombres de a caballo, o que muera yo primero y no me toque llorarlo", indica la frase de contraportada de este magnífico libro a color sobre "100 Años de la Charrería en San Luis Potosí".
El propósito de esta gran investigación histórica y testimonio fotográfico sobre la Charrería en México y en San Luis Potosí, cuya Asociación cumplió 100 años, es dejar testimonio a las nuevas generaciones, señaló a Ajedrez Político SLP el orquestador de la edición del libro, el fotógrafo Eduardo Meade, que en tiempo récord de casi 4 meses logró la hazaña de coordinar y entregar a la comunidad un extraordinario libro que recopila los orígenes del deporte mexicano por excelencia, trabajo bibliográfico impulsado por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
En la curaduría e investigación del libro de 276 páginas participaron los historiadores Moisés Gámez, Guadalupe Jiménez Codinach, Octavio Chávez, Bernardo Meade Espinosa y Julieta Gordoa Mercado.
Fernanda Gabay, esposa de Lalo Meade, realizó el diseño editorial y el comunicólogo y cineasta Antonio Meave hizo la increíble investigación iconográfica, entre otros excelentes colaboradores como Gabriela Nájera que corrigió el estilo.
El mismo coordinador general y fotográfico de esta gran obra editorial, Eduardo Meade, proporcionó a Ajedrez Político SLP la siguiente sinopsis:
Este libro nace en el contexto de las celebraciones del centenario de la charrería en el estado de San Luis Potosí. La obra reúne textos autoría de plumas especializadas en historia ecuestre, en historia y patrimonio cultural, así como en la de protagonistas del mundo hípico, bajo una coordinación especializada en obras de gran formato y presentación.
Inicia con una introducción a cargo de Moisés Gámez, quien ofrece un recorrido histórico y subraya la importancia que ha tenido a lo largo de centurias. Guadalupe Jiménez Codinach escribe el texto “La charrería mexicana. Tradición y trascendencia” describiendo el arribo del caballo y de otro tipo de ganado a territorios americanos. Explica las raíces charras en el mundo rural, arraigadas entre el hombre, el caballo y el ganado; los jinetes que controlaban, curaban, herraban, velaban y conservaban el ganado como parte de su cotidianidad en las faenas del campo.
La historia de la charrería en San Luis Potosí se reconstruye en “Raíces, espuelas y espíritu charro. Origen y larga data de la charrería potosina”, autoría de Moisés Gámez. Se trata del primer estudio de la charrería en el estado. Relata el surgimiento de la charrería asociada sucedido en México en la década de 1920, con el establecimiento de la Asociación Nacional de Charros en 1921 y del Club Nacional de Charros Potosinos en 1923 -después Asociación Potosina de Charros-, siendo la segunda asociación oficial en el país. Expone que la charrería potosina surgió con olor a pólvora, pues la memoria evoca a los revolucionarios a lomo de caballo de rienda charra porque también eran charros auténticos. Se hace un recorrido taurino-ecuestre por medio de la explicación de eventos sucedidos en el histórico y paradigmático lienzo Rancho del Charro, así como en lienzos ubicados en el territorio potosino. Se reseña la primera escaramuza oficial y las subsiguientes. También se recuperan los congresos y las competencias charras en el estado potosino que a lo largo de su larga historia se han convertido en símbolos de este deporte nacional. Los espacios hípicos se desarrollan con festividades delineadas y recreadas la charrería regional y nacional, impulsados por los legados del México rural y ecuestre.
En “Charrería a campo traviesa” de Octavio Chávez, se menciona que Temoaya y Rancho Buenavista -Villa Victoria, Estado de México-, son los dos escenarios vivos en donde actualmente se practica esa modalidad de charrería, que se remonta a las haciendas virreinales del siglo XVIII y las del XIX.
Julieta Gordoa escribe “Escaramuzas” para mostrar las características de los equipos femeniles ecuestres. Destaca que la escaramuza moderna es una disciplina deportiva femenil de conjunto que practica la charrería federada, a partir de un grupo de ocho mujeres montando a mujeriegas en albarda que preservan la vestimenta, así como los arreos clásicos de la usanza charra. Puntualiza los rasgos distintivos de la vestimenta y sus categorías.
En el mismo orden de propiedades y singularidad de la vestimenta, Bernardo Meade da a conocer en “El traje charro” las categorías, así como los valores de dignidad y gallardía que envuelven al traje charro. “Las suertes charras” del mismo autor, describe dichas suertes en escenarios donde son exhibidas las destrezas en el arte de florear la reata, lazar y derribar al toro, lazar y derribar yeguas, jinetear yeguas y toros, y de mostrar la rienda y mansedumbre de los caballos.
El libro se ilustra con imágenes históricas y actuales de gran calidad autoría de Eduardo Meade, que otorgan mayor sentido a lo narrado en cada una de sus páginas.
Esta obra conmemorativa de la charrería en San Luis Potosí trata sobre los orígenes, las raíces, los espacios y de la gesta de hombres y mujeres que le han dado vida a través de su decurso. Por ello, este libro constituye un esfuerzo por difundir un pasado que hoy día es reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.