IMPONENTE LA EDICIÓN 72 DE LA PROCESIÓN DEL SILENCIO EN SLP QUE ES LA MÁS GRANDE DE TODO EL CONTINENTE AMERICANO. GRAN TRANSMISIÓN EN VIVO DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE SLP

Con un profundo ambiente de recogimiento y solemnidad se llevó a cabo ayer Viernes Santo la edición número 72 de la Procesión del Silencio, una de las expresiones religiosas y culturales más importantes de México. Miles de personas se congregaron en el Centro Histórico de la ciudad de San Luis Potosí para presenciar el recorrido de las 32 cofradías, que una vez más dieron testimonio de la fe y la tradición potosina.
En punto de las 20:00 comenzó la edición 72 de la tradicional marcha silente, la más grande de América. Las calles adoquinadas se convirtieron en un majestuoso escenario litúrgico, bajo la tenue luz de los faroles, y con el fondo solemne de cornetas y tambores. Dede que inició el imponente desfile, se trató de una marcha impresionante, sin palabras, con una elocuencia espiritual que estremeció a los asistentes y a quienes la pudieron ver a través de la transmisión en vivo del Gobierno del Estado que fue de gran calidad con tomas únicas hechas con drones.
Dede 1953 la Procesión del Silencio se realiza cada Viernes Santo. Gracias a la devoción hacia la Virgen de la Soledad se lleva a cabo en la ciudad de San Luis Potosí como duelo por la crucifixión de Jesucristo.
Este solemne evento que mezcla fe y cultura es considerado uno de los más representativos del país. Es considerada la procesión más grande del continente americano y en 2013 fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial. Se inspiró en las representaciones de Semana Santa en Sevilla, España, instauradas durante el siglo XVI.
En representación del gobernador Ricardo Gallardo Cardona asistió el secretario de Cultura, Mario García Váldez. Como lo establece el protocolo, el alcalde Enrique Galindo Ceballos escuchó el toque de la Guardia Pretoriana a las puertas de la Iglesia del Carmen y, posteriormente, abrió las puertas del templo para dar inicio al recorrido encabezado por la imagen de la Virgen de la Soledad. Lo acompañó la presidenta del DIF Municipal, Estela Arriaga Márquez, con quien previamente acudió a la capilla de la Virgen para unirse en oración junto a miles de fieles.
La marcha silente avanzó por las principales calles del Centro Histórico, en medio del respeto de miles de asistentes que acompañaron el trayecto con devoción. El retumbar de los tambores y el lamento de las trompetas guiaron a las cofradías en una noche llena de simbolismo, que reafirma a l la ciudad de San Luis Potosí como un referente nacional de tradición y espiritualidad.

La Procesión del Silencio se caracteriza por los atuendos de las diversas hermandades o 32 cofradías penitenciales y en ella no hay cánticos ni rezos. Más de dos mil personas participaron activamente. Sus integrantes, conocidos como cofrades, vistieron túnicas y capuchas en colores que distinguieron a cada parroquia. Durante el recorrido cargaron imágenes religiosas que representaron las estaciones del Viacrucis y los misterios dolorosos del Rosario.
La Procesión del Silencio es una expresión de fe con la que cristianos católicos recuerdan y meditan la muerte y resurrección de Jesucristo. Los participantes recorrieron las principales calles del Centro Histórico de San Luis Potosí. El contingente partió del Templo del Carmen y pasó por lugares emblemáticos como el Museo de la Máscara, el Palacio de Gobierno, la plaza principal de la ciudad y la Catedral.

El evento completo duró más de cuatro horas pasando su contingente por las calles de Villerías, Universidad, Jardín Guerrero, Galeana, Independencia, Venustiano Carranza, Aldama, Madero, Jardín Hidalgo y Manuel José Othón.
Para que todo esté listo, antes de la procesión, la Unidad de Gestión del Centro Histórico y la asociación Tradiciones Potosinas A.C. se encargaron de dar mantenimiento a las piezas de arte sacro que formaron parte del recorrido. Un equipo de expertos revisó, limpió y restauró las imágenes que desfilaron por las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí en esta tradicional cita religiosa que concluyó con la imagen de la Virgen de Dolores que selló el solemne acto.
