RETIRAN DEL MERCADO AL OSITO DE PELUCHE KUMMA DE FOLOTOY DOTADO CON IA POR DAR CONSEJOS SEXUALES A NIÑOS
Como en la película Ted, pero en la vida real, el oso de peluche Kumma de la compañía china FoloToy fue retirado del mercado por hacer comentarios sexuales detallados y dar consejos inapropiados a los niños.
Fue a raíz de una investigación del Fondo Educativo PIRG de Estados Unidos, una organización de defensa al consumidor, confirmó CNN en un informe de Steven Jiang. El oso hablador Kumma Cuesta 9.99 dólares e incluye Chat GPT-4o de OpenIA.
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Ese juguete interactivo que era comercializados como un oso “amigable que aportaría un toque de curiosidad a tu día” empezó a dar detalles explícitos y consejos indebidos no bien alguien le mencionaba una palabra sexual.
Folotoy, con sede en Singapur, informó a CNN que tanto el oso como el resto de sus juguetes con IA fueron retirados del mercado mientras se realiza una investigación interna. OpenIA suspendió al desarrollador.
En el sitio web de la marca no aparece ningún juguete en su catálogo. En la página, FoloToy se da a conocer al mundo como una empresa de juguetes conversacionales que está "creando el futuro”.
“Nuestro juguete conversacional con IA es un innovador dispositivo que incorpora la última tecnología en inteligencia artificial. No solo entretiene a los niños, sino que también estimula su pensamiento y sienta las bases para su futuro a través de la interacción", se lee en el sitio.
Y completa: "Ya sea para aprender nuevos conocimientos o mejorar sus habilidades para resolver problemas, este juguete conversacional con IA les brinda una valiosa ayuda”.
La película Ted (2012), dirigida por Seth MacFarlane, generó polémica desde su estreno por su apuesta por un humor deliberadamente provocador.
Aunque se presentó como una comedia sobre un hombre adulto que convive con su oso de peluche parlante, la historia se apoya en un tono irreverente que combina lenguaje explícito, referencias sexuales y situaciones extremas que incomodaron a parte del público.
Un punto sensible fue la sexualización del propio Ted, un oso de peluche que consume drogas, insulta, hace comentarios explícitos y participa en escenas subidas de tono. Esa mezcla entre un icono infantil y un comportamiento adulto generó rechazo, especialmente entre sectores que consideraron que la película podía atraer accidentalmente a menores a pesar de su clasificación para adultos.
El film también fue criticado por su representación humorística del consumo de drogas, las fiestas excesivas y un estilo de vida caótico que algunos críticos entendieron como una glorificación de conductas autodestructivas. A esto se sumaron chistes sobre celebridades y situaciones sensibles que fueron percibidos como insensibles o innecesariamente agresivos.