DAN EL ÚLTIMO ADIÓS A JORGE EDUARDO QUE FUE UN BRILLANTE ESTUDIANTE UNIVERSITARIO ASESINADO POR ASALTANTES
Cientos de universitarios, trabajadores municipales y familiares y amigos, despidieron en su última morada a Jorge Eduardo Dávila Ramírez, estudiante de la Facultad de Estomatología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) que fue asesinado luego de acudir a sus prácticas profesionales en el Hospital Central "Ignacio Morones Prieto". Estudiantes refieren que desde hace meses hay frecuentes asaltos, a pesar de la supuesta presencia disuasiva de la Guardia Civil del Estado (GCE).
Testimonios de compañeros señalaron que Jorge Eduardo fue a ayudar a una amiga en la calle Río Nazas donde sujetos armados lo asaltaron y a pesar de que le quitaron el dinero, vehículo y celulares le dispararon en el pecho y lo mataron. Exigen justicia, que atrapen a los asesinos y criticaron que la Fiscalía General del Estado (FGE) es muy lenta en las investigaciones.
Durante la misa de despedida, el sacerdote celebrante, Samuel Álvarez Bernal, recordó a Jorge Eduardo como un estudiante que hacía un esfuerzo enorme por su preparación profesional, y que como universitario, se mostraba como un ejemplo para sus compañeros por su grado de preparación.
¡Sigue nuestro canal de WhatsApp para más noticias! Únete aquí
Tanto el sacerdote como quienes participaron en las intervenciones recordaron que Jorge Eduardo inspiraba alegría, era un joven siempre estudioso y obediente con su familia, alguien que traía muy altas miras en su preparación para graduarse y ejercer su profesión, y un estudiante ejemplar y siempre destacado.
Los alumnos lo recordaron como un estudiante muy destacado, siempre atento y colaborador con sus pares, y alguien que sin vacilar asumía sacrificios de día y de noche para prepararse y practicar.
Los padres pidieron recordarlo como ese joven que inspiraba felicidad, que servía de guía para sus propios compañeros, que era también un ejemplo de persecución tenaz de sus objetivos, y trabajador Hasta que el horario se lo permitiera.
Una vez concluida la misa, en la que de manera personal se presentaron decenas de alumnos, su círculo de amigos, toda su familia, el rector de la universidad y algunos servidores públicos, su cuerpo fue trasladado para su sepultura al cementerio Valle de los Cedros.