A PESAR DE LAS REDADAS DEL ICE, MÁS DE 54 MIL AFICIONADOS ACUDIERON AL ESTADIO SOFI DE INGLEWOOD, CALIFORNIA, Y PRESENCIARON EL TRIUNFO DE MÉXICO 3-2 SOBRE DOMINICANA

A pesar de las advertencias oficiales y las protestas en el entorno del estadio Sofi, miles de personas asistieron al partido inaugural de la Copa Oro de la Concacaf (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol), realizado ayer sábado 14 de abril en Inglewood, California, en donde el seleccionado mexicano se impuso 3-2 a la escuadra dominicana. La presencia de público superó las previsiones iniciales -finalmente con más de 54 mil aficionados-, marcadas por un clima de tensión en torno al evento.
El juego había despertado la preocupación de autoridades de ambos países por la posibilidad de ser parte de los operativos del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Estados Unidos), que se llevan a cabo en espacios públicos y eventos, pero también de enfrentamientos o conflictos en marco del evento. California figura entre los estados con mayor número de acciones de este tipo en las últimas semanas, lo que encendió alarmas entre comunidades migrantes y gobiernos de la región.
La preocupación se extendió al ámbito deportivo. Mikel Arriola, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, solicitó cautela a quienes decidieran acudir al estadio.
"Sabemos que estos encuentros despiertan una gran pasión y son momentos para celebrar y unirnos como comunidad. Sin embargo, también quiero hacer un respetuoso llamado: Disfrutemos del partido con orgullo y responsabilidad. Rechacemos cualquier acto de violencia o provocación dentro o fuera del estadio", dijo en redes sociales.


El día del encuentro entre las dos selecciones, en el perímetro del estadio llegó un grupo parte de la protesta convocada por el movimiento "No Kings Day", que se manifestó en contra de las políticas de Donald Trump y que se sumó a miles en todo el mundo, fenómento que también apuntaban a una baja afluencia.
Durante la mañana y primeras horas de la tarde, las gradas permanecieron vacías y los alrededores del estadio se mantuvieron bajo vigilancia.
Sin embargo, al inicio del encuentro entre México y República Dominicana, los asistentes comenzaron a ocupar los asientos. Aunque el estadio no alcanzó su capacidad total, estimada en 70 mil personas, se registró la asistencia de más de 54 mil aficionados, en su mayoría con banderas mexicanas.
