La importancia de "Oh, Pretty Woman" de Roy Orbison radica en que es una de las canciones más icónicas y reconocibles en la historia del rock and roll, que ha trascendido generaciones y se ha convertido en un símbolo cultural. 

Lanzada en agosto de 1964, la canción fue un éxito instantáneo, alcanzando el puesto número uno en las listas del Billboard Hot 100 de Estados Unidos, donde se mantuvo durante tres semanas.

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El distintivo riff de guitarra inicial y la poderosa y emotiva voz de Orbison marcaron un antes y un después en el Rock and Roll. Su estructura y sonido sirvieron de inspiración para otros grandes artistas; incluso The Beatles y The Rolling Stones reconocieron que influyó en temas suyos como "Day Tripper" y "(I Can't Get No) Satisfaction", respectivamente.

La canción experimentó un renacimiento masivo y se integró profundamente en la cultura popular al ser el tema principal de la exitosa película de 1990, Pretty Woman, protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere. Esto le dio una nueva vida y popularidad entre las nuevas generaciones.

La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos incluyó la canción en el Registro Nacional de Grabaciones, un honor que destaca su importancia histórica y cultural.

A pesar de haber sido grabada hace décadas, "Oh, Pretty Woman" sigue siendo una canción popular y ampliamente reconocida, consolidándose como un himno del género que perdura a través del tiempo. 

La canción es importante tanto por su impacto inmediato en la música popular de los años 60 como por su duradera influencia y su capacidad para conectar con audiencias de diferentes épocas