Tres días después de que 7 adolescentes fueran sustraídos de sus casas por un grupo armado mientras dormían en un rancho de Malpaso en Villanueva, Zacatecas, luego de asistir a una fiesta, las autoridades de seguridad informaron ayer que fueron hallados 6 de ellos muertos que aún faltan por ser identificados plenamente y uno aún con vida que recibe atención médica para intentar salvarlo. 

La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) informó que trabaja en el proceso de identificación de seis cadáveres encontrados en un punto remoto del municipio de Villanueva donde se dio el secuestro con violencia de los 7 jóvenes el pasado domingo 24 de septiembre.

“El joven sobreviviente que presenta diversas heridas en la cabeza y en el cuerpo fue trasladado a un hospital de Zacatecas para recibir atención médica. Está sedado pero su condición es estable", detalló la FGJE. 

“En el lugar, que es de difícil acceso ya que no hay caminos para llegar a él, fueron localizados hasta el momento seis cuerpos sin vida de hombres jóvenes, los cuales permanecen en calidad de no identificados hasta que se agoten los mecanismos de reconocimiento”, añadió en comunicado de la instancia procuradora de justicia.

Este lamentable suceso ha conmocionado a la opinión pública nacional e internacional. Los padres y madres de Jorge, Héctor, Diego, Oscar, Ernesto, Gumaro, Sergio y Jesús se habían manifestado el pasado martes, tomaron la carretera y exigieron al gobernador de Zacatecas, David Monreal, el regreso de sus hijos a sus casas. 

"Y David Monreal, tú sabes que tu trajiste la delincuencia"; "Quiero a mi hijo, quiero a mis hijos"; "Mi hijo tiene 14 años, era un estudiante de la secundaria"; "Yo quiero a mi hijo aquí, mi hijo es un deportista"; "Como les decimos, si no pueden denos las armas y nosotros vamos, los papás de los muchachos"; "Nos tuvieron encañonados, agachados en el suelo, a mis niños se los llevaron descalzos", fueron las consignas. Hoy solamente una madre guarda la esperanza de que su hijo se recupere. Antes de ser sedado le alcanzó a decir a su progenitora que "yo no hice nada malo". El resto de los padres y madres enfrentan la desgracia de que sus hijos ya no regresarán vivos a sus hogares.