CRÓNICA DE UNA DERROTA ANUNCIADA: POR QUÉ PERDIÓ EBRARD
Bien escribió Karl Marx al comienzo de su libro "El Dieciocho Brumario": "La historia ocurre dos veces: La primera vez como una tragedia y la segunda como una farsa".
Igual que Manuel Camacho Solís que no reconoció el triunfo de Luis Donaldo Colosio Murrieta cuando fue destapado el 28 de noviembre de 1993 como candidato del PRI a la Presidencia de la República, ayer Marcelo Ebrard Casaubón repitió el mismo acto de desencanto, enojo, frustración y berrinche. Tampoco reconoció los resultados de la encuesta de Morena que favorecieron a Claudia Sheinbaum Pardo. Pidió la reposición del proceso por supuestas irregularidades, no estuvo presente en el acto de anuncio público en el World Trade Center y dijo que valorará otras posibilidades como Movimiento Ciudadano.
El ex secretario de Relaciones Exteriores ya venía construyendo una narrativa rupturista a pesar de que firmó el documento donde las corcholatas aceptaban las reglas del juego y acatarían los resultados del proceso interno de Morena, que fue blindado, en pro de la unidad del partido.
Con sus actitudes demostró que no era confiable para AMLO y él mismo se puso la soga al cuello. Jesús Reyes Heroles decía que "en política sólo se comete un error, todo lo demás son consecuencias". El origen camachista-salinista de Ebrard acabaron por desbarrancarlo.
El pasado lunes 21 de agosto, Edgardo Pérez Alvelais, director de Ajedrez Político SLP, abordó el tema bajo el título "Por qué perdió Camacho, por qué perdió Ebrard". El texto se adelantó a lo que ahora está sucediendo. Ha tenido más de 24 mil visualizaciones -y contando- en Astrolabio Diario Digital y por su vigencia a continuación compartimos: