“Yo soy barcelonés, nací en Barcelona, en un barrio cercano al mar y a la montaña, un barrio obrero de una población mayoritariamente inmigrante. Gente que iba a ganarse la vida y a tratar de buscar una tierra mejor para sus hijos. Mis canciones están llenas de barrio y yo nunca pude haber escrito un trabajo diferente ni nada generalmente alejado a mi realidad”, expresó a la prensa el poeta, cantante y compositor catalán Joan Manuel Serrat que luego sostuvo una cálida charla con cientos de jóvenes y adultos que lo aclamaron y escucharon con atención en un Auditorio "Juan Rulfo" completamente lleno y con filas de personas afuera exigiendo entrar.

Serrat recibe hoy las llaves de la ciudad por parte de la alcaldesa Verónica Delgadillo García -quien hizo historia al convertirse en la primera mujer en ocupar la Presidencia Municipal de la capital jalisciense-, y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Recalcó que su principal motivación para formar parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) era como barcelonés y no como compositor ni poeta. Dijo sentirse feliz y honrado: “Ha sido una oportunidad magnífica hacer coincidir la FIL con ese homenaje que recibo con toda humildad y afecto”.

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La singular plática de Serrat con su público, llena de anécdotas, risas y consejos, fue guiada por el escritor Benito Taibo y fue parte de las actividades de “Mil Jóvenes” dentro de la FIL. El autor habló sobre su lugar de origen, el cual se encuentra rodeado por el mar Mediterráneo, que no obstante su belleza ha sido un punto de origen bélico, explotación natural y violencia contra los migrantes. Para Serrat, el fenómeno de la migración no es algo que debería ser cuestionado por los gobiernos, puesto que es algo que el ser humano, a veces obligado, ha hecho a lo largo de su vida. 

Previo a ello, con los representantes de los medios de comunicación Serrat señaló: “No se puede poner cercas a la humanidad porque el hombre ha migrado siempre. Se trata al inmigrante como si fuese alguien que va a rodar y rodar, sin echar raíces. Se les trata como si fuese fácil abandonar el hogar, partir de la casa y empezar de nuevo. Los migrantes muchas veces son pobres, pero no son idiotas, se adaptan, se acoplan, trabajan, y los gobiernos deberían de tener un foco especial en ello”, mencionó. 

Pensar en la migración hizo que el autor pudiera conectar con sus memorias, cuando en el año de 1966 se refugió en nuestro país tras el exilio español: “Llegar a México fue comenzar casi de cero. Recuerdo haber sido acogido por muy buenos amigos, mexicanos y españoles también exiliados. En aquel tiempo compré una pequeña camioneta a la que bauticé como “La Gordita”, con la que recorrí gran parte de este país haciendo que la gente conectara con mi música”, añadió.

Para los jóvenes que quieren dedicarse a la música, escribir y dedicar su vida al arte, el compositor les aconsejó lo siguiente: “Soy alguien que cree poco en la vocación, pero sí en el entusiasmo, el entusiasmo es lo que te impulsa a seguir, a aprender y ser feliz. Me he dejado llevar por el instinto, y eso es lo que me ha llevado a donde estoy. El único método para un creador es la constancia, si quiere tener un buen trabajo, no queda otra más que trabajar”.

Serrat mencionó que dentro del mundo literario, la poesía es de las cosas que mueven e impactan cotidianamente, por lo que les dijo a los jóvenes seguir leyéndola e interesándose por ella: “Soy un lector de poesía contemporánea, y en la poesía y en la música intento estar situado con mis emociones. Una de mis poetas favoritas es Wisława Szymborska, además de toda la prosa que compone el Siglo de Oro español. El amor fue lo que me hizo leer poesía, a Bécquer y Machado. No van a ganar dinero leyendo poesía, pero sí van a ganar momentos de placer y descubrimiento”. 

Sobre el mundo actual, Serrat declaró que está lleno de retos y cambios que impactan la vida de los jóvenes; sin embargo, recalcó que son pocas las cosas que la sociedad actual puede hacer para generar cambios concisos, por lo que la fe y los cambios cotidianos son la verdadera arma contra la pesadez diaria. 

“El mundo actual es difícil, ideológica y culturalmente. Al estar pasando de una revolución industrial a una revolución digital, son tiempos complicados, pero es más fácil pronosticar la fecha del fin del mundo que la fecha del fin del capitalismo; es una casta la que controla el mundo y es mucha la gente pobre y de clase media. No hay que tener miedo, yo creo en el activismo y la fe diaria del que trata de mejorar e impulsar la vida”, dijo.

Para el cantautor, a pesar del odio que se propaga rápidamente mediante redes sociales, es necesario comprender al otro para conformar una sociedad más justa y libre: “El diálogo es fundamental para la vida, una sociedad que no dialoga es una sociedad condenada al fracaso. La paz y la libertad se basan en respetar a la persona que piensa diferente a ti”, añadió. 

Serrat respondió diversas preguntas, en las cuales profundizó sobre su relación con las dictaduras latinoamericanas, el dolor del exilio de su propio país y su vivencia en México como uno de los “acogidos” durante el franquismo. 

“México para mí fue una casa que se me abrió cuando se me cerraron las puertas de mi casa. Mi pasión profunda por México nace por ese exilio obligado que tuve que vivir en el año 66 y aquí encontré mi casa. Desde entonces me siento muy feliz de venir cada vez que puedo, he tratado de entender la magia y las dificultades de este país, he tratado de entender todo el lenguaje. Es un pueblo del que vale la pena estar cerca”, mencionó. 

Para Joan Manuel, la juventud es una época de la vida que representa la maravillosidad y el espíritu: “Es rebeldía, es necesaria, sería bueno que aquellas condiciones perduraran toda la vida. Ser joven es ser fuerte, ser bello pero ni si es eternamente fuerte, ni eternamente bello. La vida es relativa y provisional”, sin embargo, sobre el estado de madurez y descanso, el cantante mencionó que no le molesta ser viejo, si no la manera en la que la sociedad trata a todos aquellos que llegan a este estado.

“Hay cierto paternalismo en como toda la gente trata a los ancianos y lo veía antes de tener esta edad. Creo que a todos nos hace falta ver y tratar con más respeto a todos aquellos que construyeron el ahora, teniendo en cuenta lo bueno y lo malo que nos han dejado, porque al final, es ese el rumbo de la humanidad”, agregó. 

El poeta también recordó cómo, gracias a la canción, tuvo la oportunidad de homenajear a poetas que admira, como Antonio Machado y Miguel Hernández: “Ellos vivían con la palabra, ambos maestros de la literatura y poetas en sí mismos, para mí ponerles música era hacerlo sin saber qué iba a ocurrir, a través de sus versos descubrí que podía encontrar también hermosas canciones”, recalcó.