El hombre extranjero ejecutado el pasado miércoles 13 de diciembre en el gimnasio Total Sport Club de Cancún tenía un historial delictivo marcado por los delitos de gansterismo y posesión de dinero de procedencia ilícita, según confirmó la Fiscalía General del Estado (FGE). Samy Tamouro, ciudadano canadiense, fue víctima de un ataque armado mientras realizaba su rutina de pierna minutos antes del mediodía.

El reporte inicial se recibió a través del número de emergencias 911, informando detonaciones por arma de fuego dentro del gimnasio. Al llegar al lugar, los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana encontraron a Tamouro en el suelo con exposición de masa encefálica debido a un disparo en la cabeza.

De acuerdo a La Presse de Montreal, Tamouro era cercano a Frédérick Silva quien, desde el verano pasado, se dio la vuelta y supuestamente hizo revelaciones a los investigadores del Service de Police de la Ville de Montréal (SPVM) y de la Sûreté du Québec (SQ) en relación con una treintena de asesinatos y tantos intentos de asesinato cometidos dentro del crimen organizado de Montreal desde al menos la década de 2010.

Tamouro también supuestamente ayudó a Silva a esconderse cuando este último estuvo prófugo durante dos años, antes de ser arrestado por agentes de policía del SPVM en febrero de 2019. Silva y otras personas se sentaron en una mesa donde se adjudicaban contratos dentro del crimen organizado de Montreal. Tamouro habría estado entre los que se sentaron a esta mesa, al igual que Grégory Woolley, asesinado el 17 de noviembre. Ambos hombres fueron objeto de la importante investigación en curso.

Hasta el momento se desconoce el móvil del asesinato. Pero el pasado domingo, en el programa Todo el mundo habla de ello transmitido por Radio-Canadá, el ex especialista en criminalidad organizada del SPVM Éric Vecchio no descartó que los antiguos cómplices de Silva podrían convertirse en el blanco de una purga ordenada por los patrocinadores que les dieron los contratos de asesinato.

“Es cierto que con las revelaciones de Frédérick Silva y la confirmación de la policía que seguirá, habrá muchas personas que serán testigos embarazosos. Podemos pensar que algunos de estos molestos testigos podrían desaparecer”, respondió el ex investigador a una pregunta del presentador Guy A. Lepage.

Samy Tamouro fue detenido a raíz de la investigación Magot-Mastiff mediante la cual la Sûreté du Québec decapitó en noviembre de 2015 una alianza mafiosa, motociclista y banda que lideraba el crimen organizado de Montreal y desmanteló una red de narcotraficantes que operaba en el distrito de Hochelaga-Maisonneuve, en el este de Montreal. Fue condenado a 18 meses de prisión por gangsterismo y recepción de bienes robados.

Tamouro también fue sentenciado a 24 meses de prisión por un caso de agresión agravada de 2012.

Tamouro también era muy cercano a los Hells Angels, en particular a Jean Richard Larivière, miembro de la sección de Montreal.

Tamouro había compartido una comida con el ex integrante de los Rockers de Montreal, Jean-Guy Bourgouin, en un restaurante del barrio de Saint-Léonard, en enero de 2017, cuando este último fue víctima de un intento de asesinato cuando salía del establecimiento.

La policía también consideraba que Samy Tamouro era cercano al líder de la banda Jean-Philippe Célestin y Sébastien Giroux, asesinados en Montreal en mayo de 2022.

Ya estaba en el redil del Syndicate, una pandilla callejera patrocinada por Gregory Woolley y por los desaparecidos Montreal Rockers, un antiguo club escolar de los Hells Angels Nomads dirigido durante la década de 1990 por Maurice Boucher.

Según información policial, Tamouro también estaba involucrado en el tráfico de cocaína y metanfetamina en el sector de Hochelaga-Maisonneuve y en los suburbios del norte de Montreal.

Recientemente, la policía lo había considerado un “Patron de la rue” (jefe callejero) de los miembros de los Hells Angels de Montreal y sospechaba de él de estar involucrado en la importación de cocaína a Canadá desde México.

Después de los asesinatos en 2019 de Salvatore y Andrew Scoppa, calabreses que tres años antes habían intentado un golpe de estado contra el clan Rizzuto de la mafia de Montreal, Tamouro habría intentado cobrar préstamos que habían obtenido de los dos hermanos asesinados, según fuentes de La Presse.

De acuerdo con los informes preliminares, sicarios irrumpieron violentamente en el gimnasio y se dirigieron directamente hacia el canadiense para dispararle, escapando del lugar con rumbo desconocido.

Paramédicos de la empresa Life trasladaron al herido al hospital IMSS de la avenida Cobá, donde se intentó la reanimación cardiopulmonar (RCP), pero lamentablemente no lograron revivirlo, confirmándose así su fallecimiento.

Más tarde, la Fiscalía General del Estado reveló que Tamouro tenía antecedentes penales en Canadá, donde fue declarado culpable por gansterismo y posesión de dinero de origen ilícito. Además, la dependencia dio a conocer el inicio de la carpeta de investigación.

En 2016, fue detenido como parte de una operación antipandillas en Quebec, enfrentando cargos por gansterismo, conspiración, tráfico de drogas, blanqueo de dinero y posesión de bienes obtenidos ilícitamente.