Elena Sada, autora de del libro Ave Negra, fue entrevistada por la periodista Elisa Alanís para Milenio Televisión, previo al estreno de hoy jueves 21 de agosto del tercer capítulo de la serie "Marcial Maciel: El lobo de Dios" que este día subió la plataforma de streaming HBO Max y en la que la escritora, quien formó parte del Regnum Christi que fundó dicho depravado sexual que abusó de al menos 60 niños -incluidos sus propios hijos- y otros jóvenes novicios, logró 70 años de impunidad con el cobijo de la cúpula del Vaticano y papas como Juan Pablo II.

"Fue un narcisista abusivo, un depredador sexual, drogadicto y estafador que murió impune", denunció y detalló que ella y otras jóvenes eran sometidas a un "lavado de cerebro" donde las manipulaban y las trataban de convencer con la idea de que Marcial Maciel era un "superhombre, un instrumento de Dios" y que las mujeres debían estar sometidas a él y al servicio de la orden.

"Maciel desarrolló toda una estructura de poder económico, político y empresarial. Familias adineradas eran engatusadas y le mandaban a sus hijas con la idea de llevar un servicio de santidad, luego nos incomunicaban", reveló y denunció que Maciel logró una impunidad de 70 años con el encubrimiento del mismo Vaticano.

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Elena Sada dijo que este tipo de series ayudan a visibilizar este tipo de abusos que se dan con cobijo de las más altas autoridades de la Iglesia Católica, del poder político y económico, ya que "Marcial Maciel murió en la impunidad, con na vida de lujo y sin tener que ir a la cárcel por sus delitos.", denunció.

La autora de Ave Negra expuso que la actual dirección de Los Legionarios de Cristo sigue mintiendo y encubriendo abusos sexuales como un caso recientemente ocurrido en Texas. "La Legión de Cristo ha hecho una infinidad de daño", denunció.

Irse de la Legión de Cristo para Elena Sada se planteaba como una decisión de vida o muerte. No tanto en un sentido literal, sino en uno espiritual. Tenía una carrera prominente dentro de una de las congregaciones más importantes del cristianismo romano, en la que estuvo casi dos décadas y llegó a ser parte de las altas esferas, pero sentía que si se quedaba iba a “dejarse morir lentamente", recordó.