Peón memorioso
Por Jorge Ramírez Pardo
“El intocable” y travieso Álvaro Mutis
¿Recuerdas (dicho con aprecio desde la nostalgia) ruco/lector con juventud acumulada, la serie televisiva “Los intocables”, cuyo personaje protagónico era el agente Eliot Ness?
Los Intocables (The Untouchables) es una serie de televisión transmitida entre 1959 y 1963. Basada en el libro escrito por Eliot Ness y Oscar Fraley, recopila las memorias del primero, quien fue agente federal durante la Prohibición o ley Seca en Estados Unidos y cómo luchó contra el crimen en Chicago en la década de 1930, con la ayuda de un equipo especial de agentes apodados "Los Intocables".
La serie, protagonizada por Robert Stack como Eliot Ness y Neville Brand como Al Capone - narrada en la versión castellana por el escritor colombiano Álvaro Mutis-.
Su voz varonil bien empleada, sumada a su capacidad histriónica, le dio a Mutis posicionamiento importante sumado al prestigio al de siempre escritor y dueño de preclara inteligencia y sentido del humor.
Vale agregar la gran amistad desde tiempos juveniles cultivada entre Mutis y el también colombiano Gabriel García Márquez.
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EL VIAJE A SAN LUIS
- Que participe en la presentación de su último libro… ¿De dónde me llama?
- De San Luis Potosí.
- Espéreme… veo el mapa…. No conozco, si voy.
Por eso, Álvaro Mutis estuvo en San Luis Potosí para presentar en un salón de la actual sede de la Secretaría de Cultura, un libro del escritor Norberto de la Torre y, a propósito de su amistad con Gabo, evocó con palabras aproximadas:
Una perezosa tarde dominical en Barcelona, hacíamos sobremesa café/etílica Gabo, su esposa Mercedes, mi esposa (al parecer Carmen Miracle Feliú) y yo. Entonces, a medios chiles a causa de los estímulos del licor, empecé a decir con nostalgia de futuro, cuánto me gustaría ver un atardecer en Constantinopla. Lo dije varias veces al punto de empezar a incomodar a los contertulios.
Gabo, en apariencia molesto, se levantó con brusquedad y dijo enfático, ahora regreso, y salió sin decir a dónde iba.
Con su ausencia, no sé si la plática decayó o yo me inhibí por ser el causante de aquella aparente molestia y ausencia de Gabo. A su regreso luego de tiempo, a mi parecer prolongado, su semblante estaba sereno y la mirada era incisiva. “Aquí tengo, dijo, reservación y billetes de viaje para que hagamos, los cuatro aquí presentes, un viaje en crucero por el Mediterráneo y comprende estancia en Constantinopla”.
El viaje fue grato, quedó para la memoria y afianzó la ya sólida amistad.
Al regreso, aún en altamar, pero cuando ya se veía a la distancia el pedestal con la estatua de Colón en lo alto, faro auxiliar y anuncio del arribo a Barcelona, les pedí a los compañeros de viaje me escucharan cuando dije: “Gabo, muchas gracias el regalo que nos diste y por darme la oportunidad de ver un atardecer tan memorable, pero ya conocía Constantinopla”.
ESCRITOR Y MÁS. Álvaro Mutiz, además locutor de radio en la década de los 40 y luego ejecutivo de la Columbia Pictures, dobló la voz de personajes de películas. Laboró en una agencia de publicidad, como jefe de asuntos públicos de la aerolínea colombiana Lansa en los años 50
En 1956 se estableció en la ciudad de México, a donde llegó con dos cartas de recomendación, una dirigida a Luis Buñuel y otra, a Luis de Llano.
En 1960 inició un viraje hacia la prosa con su Diario de Lecumberri, que escribió en la cárcel. Al respecto consignó: “Gracias a esa experiencia, tan profunda como real e incontrovertible, he logrado escribir siete novelas que reuní con el título de Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero. Hasta entonces sólo había intentado andar los caminos de la escritura narrativa con algunas historias reunidas bajo el título de La mansión de Araucaíma [...]. En los treinta años anteriores había escrito sólo poesía.[...]. Jamás hubiera conseguido escribir una línea sobre las andanzas de Maqroll el Gaviero, que ya me había acompañado a trechos en mi poesía, de no haber vivido esos quince meses en el llamado, con singular acierto, El Palacio Negro”. (Fragmento de Diario de Lecumberri).
Premios: Xavier Villaurrutia en 1988, Príncipe de Asturias de las Letras en 1997, Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1997, Cervantes en 2001 e Internacional Neustadt de Literatura en 2002.
Se trata del mismo Álvaro Mutis a quien nieto, y un hijo y una nieta de su amigo Gabo homenajean ahora en la misma casa –en la colonia Las Águilas de la ciudad de México- donde vivió la familia García Marquéz-Barcha y donde el patriarca del clan escribió “100 años de soledad”.
Cito a continuación, título y fragmentos de una nota al respecto de Reyes Martínez Torrijos, publicada hace unos días por el diario La Jornada:
Celebran en casa de Gabo los 100 años del natalicio de Álvaro Mutis
La exposición ‘Intacta materia’ (…) en la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez, (…) permite conmemorar los 100 años del natalicio del poeta y novelista Álvaro Mutis, que es algo similar a festejar su cumpleaños donde muchas veces ambas familias refrendaron su amistad profunda, afirmó Gonzalo García Barcha, hijo del Nobel colombiano; (…) “Mutis era muy amigo de todas las personas de esta casa, adultos y niños. Es casi inevitable pensar en abrir estas puertas para Álvaro. Venía mucho por acá y mis padres iban mucho a su hogar.
“Desde el fallecimiento de Mercedes Barcha (mamá del entrevistado), hemos querido mantener abierta la casa y la manera más divertida que encontramos fue haciendo un centro cultural aquí.
García Barcha, diseñador gráfico, concordó con Nicolás Guerrero, nieto de Mutis, en que entre los materiales reunidos en la exposición Intacta materia hay temas o facetas poco conocidos en la vida del creador de Maqroll el Gaviero, los cuales pueden abrir vetas de investigación o acercamiento para especialistas y lectores.
Guerrero, refirió que hay documentos, como el original del primer poema que escribió su abuelo, en 1943, texto que tiró a la basura y luego recuperó. También está el primer título que publicó, aunque la mayoría de los ejemplares se quemaron durante los disturbios del Bogotazo de 1948.
Emilia García, nieta de García Márquez y directora del centro cultural, comentó que durante su investigación del archivo de Mutis amplió su conocimiento del amigo de su familia a las facetas íntimas de su obra como poeta. La correspondencia del novelista le descubrió a un Álvaro diferente.
Cuando Mutis trabajó en relaciones públicas para la Standard Oil en Colombia, agrega Emilia, tenía acceso a fondos de la empresa que misteriosamente terminaban en manos de escritores y poetas necesitados. Mi padre mismo dijo que se benefició de eso que hacía Álvaro. Luego de que esas actividades le generaron problemas legales, vino a México y fue encarcelado por más de un año. Ahí entabló contacto con personas como el poeta Octavio Paz y la periodista Elena Poniatowska, y se dedicó a hacer teatro en la cárcel, además de escribir su Diario de Lecumberri.
Tras ser liberado y conseguir un empleo en publicidad, exhortó a mis padres a venir. Mis padres le hicieron caso y también se integraron a ese medio de la publicidad durante algunos años, lo que alternaban haciendo cine, refirió Gonzalo García Barcha.
MAC-SLP, GALERÍA APODADA MUSEO Y OTRA FALACIA
El denominado Arte Contemporáneo en México es aún poco conocido por el gran público y escasamente producido con solvencia.
En la capital potosina hay una galería de Artes plásticas denominada Museo de Arte Contemporáneo. A ella se ha hecho y hará referencia puntual en otras entregas; hoy viene al caso porque ofrece algunas piezas de genuino Arte contemporáneo (por cierto con iluminación deficiente) y por el fallido ejercicio de historia del edificio, exhibido en una insignificante exposición, presente al inicio del actual recorrido.
En el texto tomado del muro y mostrado a continuación, se dice “A principios del siglo XX, el gobierno federal adquirió el terreno para erigir un majestuoso edificio de cantera en estilo neoclásico… (etcétera)”. Eso no es cierto. El sitio no era terreno, el edificio ya existía a la entrada del siglo XX y no lo construyó el gobierno federal. Era un conjunto de comercios de ofertas diversas, una de ellas, la mercería-ferretería Ramírez y sucesores, según imagen registrada en 1903. Luego entonces, el gobierno adquirió un edificio ya construido y con uso comercial para convertirlo en oficina de correos.
En las dos primeras fotos arriba mostradas y sus detalles en el segundo conjunto, se muestra el edificio referido sin uso de suelo como oficina de correos. También se puede apreciar en su haber una garigoleada herrería eliminada cuando se le cambió el giro de mercantil a postal.
LOS ENGRUDOS DE LA UASLP
El tema de los tumbos universitarios en el Centro Universitario de las Artes (CUART/UASLP) sigue vivo y no resuelto. Se le dará reposo en este espacio, para propiciar respiro y dar oportunidad a la institución y al agraviante, dentista en directivo de Arte contemporáneo, de resarcir daños ya consignados hace una semana. Por el bien de la universidad, sea la cordura privativa y no la alevosía. Agradezco muestras de solidaridad y comentarios –públicos y no- recibidos al respecto.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Ajedrez Político SLP
JORGE RAMÍREZ PARDO
Periodista cultural y divulgador científico
Potosino, Con estudios de Cinematografía, y de Periodismo en la UNAM. Realizador de cine. Docente en la UNAM, Colsan e ILCE/OEA y (actualmente) en el Centro Universitario de las Artes de la UASLP. Tallerista para UNAM, SEP y Unesco, en tecnológicos y universidades mexicanas, y para el ministerio de Educación de El Salvador. Productor del diario fílmico CINECLUB enred@rte.