FALLECIÓ JAVIER BÁTIZ, "EL BRUJO" DE LA GUITARRA, PADRE DEL ROCK EN MÉXICO, GRAN INFLUENCIA DE CARLOS SANTANA Y EXÓTICO AMIGO DE JIM MORRISON, VOCALISTA DE THE DOORS


La escena musical mexicana está de luto tras el fallecimiento de Javier Bátiz, uno de los pilares más importantes del rock nacional. El guitarrista y compositor, conocido por su estilo único que fusionaba el blues con influencias de la música mexicana, falleció el día de ayer a los 80 años a causa de un cáncer de próstata. Influyó en artistas de la talla de Carlos Santana y Alex Lora y era amigo de estrellas como Jim Morrison, vacalista de The Doors a quien mostró los rincones bohemios de la Ciudad de México.
La triste noticia fue confirmada por su esposa, Claudia Madrid, a través de redes sociales. En un emotivo mensaje, expresó: “Queridos amigos y familia, para informarles que nuestro adorado y querido, mi esposo Javier Bátiz trascendió el día de hoy. Su legado y su música quedan para la eternidad. Te amo amor mío. Vuela alto mi ángel”.
Bátiz fue un referente del rock nacional, no solo por su destreza como guitarrista, sino por su capacidad para innovar y crear un estilo musical que trascendió fronteras. Durante más de seis décadas, fue testigo y protagonista de la evolución del rock en México, influyendo a generaciones de músicos y admiradores tanto en el país como en el extranjero.
En 1969, México recibió una visita histórica que marcó la escena musical: The Doors, una de las bandas más emblemáticas del rock psicodélico, ofreció una serie de conciertos en el Forum de Insurgentes Sur. Este recinto, propiedad de los Hermanos Castro, reunía a un público selecto en un ambiente descrito como burgués.
Sin embargo, la verdadera conexión del vocalista Jim Morrison con el país no surgió en los escenarios, sino en los rincones bohemios de la Ciudad de México, donde se encontró con un viejo amigo: Javier Bátiz, el precursor del rock mexicano.
La relación entre Morrison y Bátiz comenzó años antes, en 1967, en el legendario foro Whisky a Go Go en Los Ángeles. Según el guitarrista tijuanense, su conexión fue instantánea y trascendió la música. Dos años después, volvieron a coincidir en la Ciudad de México, cuando Morrison buscaba explorar la escena local tras sus presentaciones.
Uno de los puntos de encuentro fue Terraza Casino, ubicado también en Insurgentes Sur. Ahí, Morrison, acompañado del periodista Víctor Manuel Alatorre, preguntó específicamente por Bátiz, quien no dudó en recibirlo. “Estuvimos las siguientes cuatro noches juntos. Me da mucha risa porque cuando me hablaba Jim, que siempre estaba borrachito, nunca le entendí nada que me dijo”, relató el músico.

Nacido en Tijuana, Javier Bátiz se convirtió en una figura emblemática de la música mexicana. A lo largo de su carrera, trabajó con destacados artistas nacionales e internacionales, siempre defendiendo su propuesta musical con un enfoque arriesgado y original.
Sus canciones, que a menudo exploraban temas de amor, desamor y la lucha personal, fueron adoptadas por un público fiel que lo consideraba no solo un músico, sino un referente cultural.
Hace solo dos semanas, Bátiz recibió un homenaje en Tijuana, su ciudad natal, donde fue reconocido con las llaves de la ciudad por su amplia contribución a la música.
En una emotiva ceremonia, el guitarrista, visiblemente afectado por su salud, apareció en silla de ruedas, pero con el mismo espíritu de siempre. Su imagen, con su característica barba y lentes de aviador, reflejaba la resistencia de un hombre que nunca dejó de luchar por su arte.


Se tenía planeado un concierto benéfico en Tijuana para apoyar su lucha contra el cáncer pero la muerte le llegó en forma intempestiva, cerrando un ciclo para una de las figuras más representativas del rock mexicano. Aunque la tristeza embarga a quienes lo conocieron, su música sigue viva en el corazón de millones.
El legado de Javier Bátiz perdurará a través de sus composiciones, sus influencias en el rock nacional y la huella que dejó en aquellos que tuvieron el privilegio de escucharlo.
Su historia será recordada como la de un hombre que no solo hizo historia en la música, sino que marcó una época del rock mexicano, elevando el nombre de México en escenarios internacionales.
