EL INFORME 2025 DE LA DEA INDICA QUE EN SAN LUIS POTOSÍ HAY UNA "PRESENCIA SIGNIFICATIVA" DE LOS CÁRTELES DE SINALOA Y JALISCO NUEVA GENERACIÓN QUE SON RESPONSABLES DE UNA VIOLENCIA SIGNIFICATIVA INCLUYENDO ASESINATOS E INTIMIDACIÓN

El Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) encabezan la producción y el tráfico de drogas sintéticas como el fentanilo y la metanfetamina hacia Estados Unidos, revela el Informe 2025 de la Administración de Control de Drogas (DEA) que en sus mapas ubica al estado de San Luis Potosí con "significativa presencia" de dichas organizaciones criminales.
Además, el informe indica que la actividad criminal no solo alimenta una crisis de drogas en territorio estadounidense y fronterizo, incluida la penetración por zonas indígenas remotas, sino que también impulsa una ola de violencia que desestabiliza comunidades en ambos países. El reporte, publicado el pasado 15 de mayo, destaca cómo los cárteles usan precursores químicos provenientes de China y operan laboratorios clandestinos en México.


Además el reporte de la DEA ubica que parte del territorio potosino colinda con los estados de Zacatecas, Nuevo León y Tamaulipas donde el dominante es el Cártel del Noreste (CDN), producto de una escisión de Los Zetas, además de que en otros estados vecinos como Coahuila, Nuevo León el mismo Tamaulipas también hay una fuerte presencia del Cártel del Golfo (CDG).


La DEA califica a los cárteles como organizaciones criminales transnacionales (OCT) y asegura que tienen redes complejas de contrabando a lo largo de la frontera y que recurren a esquemas sofisticados de lavado de dinero -incluyendo redes chinas- para mover ganancias ilícitas.
El informe señala que los cárteles mexicanos utilizan las redes globales para llevar drogas sintéticas al país y subraya que estas organizaciones han expandido sus operaciones a las principales ciudades estadounidenses. Además, el reporte detalla cómo los cárteles usan precursores químicos provenientes de China y operan laboratorios clandestinos de México. Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la DEA, analizó el tema en Perspectivas de CNN.
“El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, ahora designados, junto con otras seis organizaciones criminales transnacionales, como organizaciones terroristas extranjeras, son los principales grupos que producen las drogas sintéticas ilícitas que provocan muertes por intoxicación en Estados Unidos y trafican estas drogas a ese país”, dice el informe.
El reporte indica que esos dos cárteles producen el fentanilo y la metanfetamina que se trafican a Estados Unidos. La agencia antidrogas señala que esos grupos criminales operan laboratorios clandestinos en México, utilizando precursores químicos procedentes de China para fabricar esas drogas.
Sus operaciones son sofisticadas y extensas, dice el texto, e involucran redes que se extienden por Latinoamérica y Estados Unidos, lo que representa una grave amenaza para la salud pública y la seguridad nacional.
Según datos provisionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), en 2024 hubo 80.391 muertes por sobredosis, lo que supone una caída del 27% en un año y unas 30.000 muertes menos que en 2023.

Las llamadas OCT mexicanas controlan el tráfico al por mayor de las drogas ilegales a Estados Unidos con “complejas” redes de contrabando a través de la frontera con México, dice la agencia.
“Las organizaciones criminales transnacionales mexicanas se encuentran entre los principales productores mundiales de drogas ilícitas, como el fentanilo, la metanfetamina y la heroína; también controlan el tráfico al por mayor de estas drogas, y otras como la cocaína, hacia Estados Unidos”, dice la DEA.
Los cárteles emplean diversos métodos, como el transporte aéreo, marítimo y terrestre, para mover las drogas a Estados Unidos. El documento especifica que las operaciones de esos grupos se apoyan en una red de correos, túneles fronterizos y escondites.
“Las redes extensas, complejas y adaptables del cártel presentan desafíos formidables en los sectores de aplicación de la ley, seguridad nacional, regulatorio, financiero y de salud y bienestar de Estados Unidos”, señala el reporte presentado por el administrador en funciones, Robert Murphy.

La DEA dice que las OCT mexicanas están fuertemente involucradas en actividades de lavado de dinero, utilizando métodos sofisticados para transferir dinero del narcotráfico de Estados Unidos a México.
Según las autoridades estadounidenses, los cárteles utilizan el lavado de dinero basado en el comercio, el contrabando de grandes cantidades de efectivo y las redes chinas de lavado de dinero para blanquear ganancias ilícitas.
La DEA detalla cómo, por ejemplo, el CJNG se diferencia de otros cárteles al abordar el lavado de dinero: su brazo financiero, Los Cuinis, “lidera la diversa red de operaciones y tácticas de lavado de dinero del cártel para repatriar a México las ganancias globales del narcotráfico”. La agencia señala que usan “las redes chinas de lavado de dinero, las casas de cambio de criptomonedas, el contrabando de grandes cantidades de efectivo, el lavado de dinero basado en el comercio y otros métodos para blanquear las ganancias del narcotráfico”.
Los cárteles son responsables de una violencia significativa, incluyendo asesinatos e intimidación, tanto en México como en Estados Unidos, dice la DEA, para proteger sus operaciones de narcotráfico, intimidar a sus rivales y mantener el control de las rutas de tráfico.
“Los cárteles no solo están impulsando las muertes por intoxicación por drogas en Estados Unidos, sino que también están cometiendo atroces actos de violencia que amenazan la seguridad y la estabilidad de nuestros socios en todo el hemisferio occidental”, dice el informe que tiene una dedicatoria especial para el agente Enrique "KiKi" Camarena asesinado en México: "Nosotros nunca te olvidaremos".

El documento destaca los desafíos únicos que enfrentan los territorios indígenas debido a las actividades de narcotráfico de las organizaciones criminales transnacionales mexicanas.
“En la zona desértica escasamente poblada de la frontera entre Estados Unidos y México, por ejemplo, las organizaciones criminales transnacionales mexicanas contrabandean drogas a EE.UU. a través de reservas territoriales que se extienden a ambos lados de la frontera”, dice la investigación de la DEA.
La geografía remota de estas zonas ofrece tanto oportunidades como desafíos para los traficantes, ya que les permite operar con relativa impunidad, a la vez que aumenta la complejidad logística de la distribución de drogas.
El reporte concluye que la presencia de estos cárteles en territorios indígenas exacerba los problemas sociales existentes, contribuyendo a mayores tasas de delincuencia, adicción y violencia.
