EL EZLN CONMEMORÓ EL 30 ANIVERSARIO DEL LEVANTAMIENTO ARMADO EN CHIAPAS DE 1994

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) reiteró su exigencia de autonomía y denunció la violencia que existe en Chiapas durante la celebración del 30 aniversario desde su fundación. Fue en el Parque Central de la ciudad de San Cristóbal, en el corazón histórico de la antigua capital de Chiapas, donde tomó dimensión de lo que realmente estaba pasando. Le declararon la guerra al gobierno de México encabezado por Carlos Salinas de Gortari que siempre minimizó el hecho.

El 1 de enero de ese año, día en que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, que supuestamente simbolizaba el ingreso de México a la modernidad, la insurrección armada le recordó al país los problemas que lo anclaban al pasado.

Hace 30 años, un ejército sin rostro bajó de las montañas del sureste mexicano armado con viejos fusiles y machetes. Era sábado, el primer día de enero de 1994. La emisora Xeoch repetía un mensaje grabado en tzeltal por los zapatistas en el que pedían "pan, salud, educación y autonomía" para los indígenas.

Los helicópteros del ejército sobrevolaban la plaza. El Palacio Municipal había sido tomado por indígenas armados que andaban con la mitad del rostro cubierto con paliacates rojos y pasamontañas negros. Los archivos públicos que no habían sido quemados volaban por las galerías de la sede del poder político. Los medicamentos habían desaparecido de las farmacias saqueadas por los zapatistas.

Columnas de indígenas tzotziles, tzeltales, choles, tojolabales, mames y zoques con la cara oculta tras paliacates rojos, una guerrilla de ojos que miraban desafiantes a las cámaras, tomaron las principales cabeceras municipales de Chiapas, el estado más pobre de México: San Cristóbal de Las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo, Oxchuc, Huixtán y Chana. Gritaron todo lo que durante años habían dicho sin que nadie  los escuchase. Exigían la retirada del Gobierno mexicano. Y todo el mundo se volvió a verlos por la magia del famoso subcomandante Marcos y sus icónicas cartas desde algún lugar de la selva Lacandona.

El subcomandante Marcos, que con ese rango y ese nombre apareció públicamente por primera vez en San Cristóbal de las Casas, el 1 de enero de 1994, identificado por las autoridades con su nombre legal Sebastián Guillén Vicente, el 9 de febrero de 1995 empezó a ser perseguido.

Desde los años 60 y el Che Guevara no se veía algo así: un guerrillero latinoamericano que atrajera las miradas del mundo y se convirtiera -con la rapidez que proporcionaban los nacientes medios digitales- en un ícono global.

Como Rafael Sebastián Guillén Vicente, Marcos fue acusado de sedición, motín, terrorismo, conspiración, uso de armas exclusivas de las fuerzas armadas y provocación de un ilícito.

En 2016 el Consejo de la Judicatura anunció la prescripción de los delitos por los que se acusaba a Guillén Vicente. Desde hace años, a Marcos no se le ha visto públicamente armado, se quitó las cananas cruzadas al pecho, con cartuchos rojos.

Si bien el subcomandante Marcos es la figura central del EZLN en estos 30 años de vida pública, en torno al desarrollo del grupo armado existen personajes que tienen un sitio preponderante de este movimiento: el mayor Moisés (actualmente subcomandante, vocero y jefe del EZLN, desde 2016); la mayor Ana María (fundamental al frente del grupo armado durante la persecución del 9 de febrero de 1995).

También hicieron acto de presencia los comandantes Tacho, David, Zebedeo, el mayor Mario, las comandantas Yolanda, Susana, Esther, que, desde la tribuna del Congreso de la Unión en 2001, expresó “Mi nombre es Esther, pero eso no importa ahora. Soy zapatista, pero eso tampoco importa en este momento. Soy indígena y soy mujer, y eso es lo único que importa ahora”.

La comandanta Ramona, una menudita mujer tzotzil, que desde febrero de 1994 capturó la atención del mundo en San Cristóbal de las Casas, durante los llamados Diálogos de la Catedral, hasta su muerte, en 2006, tiene un lugar aparte en la historia zapatista. Es “la tierna furia”.

El EZLN y Marcos hacen todo lo posible por mantener viva la memoria de la comandanta Ramona. En el viaje que un grupo zapatistas hizo en 2021 a Europa, llevaron un equipo femenil de milicianas zapatistas, que se llama Ixchel-Ramona.

“Nosotros vamos a seguir este camino y nos vamos a defender. No necesitamos matar a los soldados ni a los malos gobiernos pero si vienen nos vamos a defender. Hasta morir si es preciso”, subrayó el subcomandante insurgente Moisés, vocero del EZLN, en un pronunciamiento que leyó durante la celebración que se llevó al cabo en Caracol “Resistencia y Rebeldía: Un Nuevo Horizonte”

Así se pronunciaron, haciendo eco de los 23 comunicados que emitieron en días previos a la celebración, anunciando una reestructuración de su organización ante acciones del crimen organizado, militarización y otras amenazas.

Además, durante cuatro días, los zapatistas dieron presentaciones, reiterando su visión, en un evento que realizaron con motivo del 30 aniversario desde la fundación del EZLN y 20 años de la fundación de los Caracoles.

“Estamos solos como hace 30 años porque solos hasta ahorita hemos descubierto ese nuevo camino que vamos a seguir común”, dijo el subcomandante Moisés en el pronunciamiento que se dio a la media noche del 31 de diciembre, al fin del 2023.

Por medio de canciones, obras de teatro y otras presentaciones artísticas, jóvenes zapatistas denunciaron violencia en sus territorios, así como la presencia del narcotráfico, al tiempo que compartieron su visión.

Asimismo, en el pronunciamiento, el subcomandante Moisés sostuvo que “la propiedad debe de ser del pueblo” y que este “debe gobernarse a sí mismo”. En contraste, reprobó la acción de los actuales gobiernos e instaron a organizarse.

La celebración se llevó a cabo los días 30 y 31 de diciembre del 2023 y el 1 y 2 de enero del 2024, en el Caracol “Resistencia y Rebeldía: Un Nuevo Horizonte”, inaugurado hace 3 años en el poblado Dolores Hidalgo, en Chiapas.

El aniversario se dio después de que el EZLN anunció el pasado 5 de noviembre que desaparecería sus actuales municipios autónomos y sus juntas de gobierno y los reemplazaría con una nueva forma de organización ante la crisis que enfrenta la región.

En una serie de comunicados que empezó a difundir desde octubre pasado, también informó que las sedes físicas que mantienen en diversas regiones, conocidas como Caracoles, “permanecerán cerradas al exterior hasta nuevo aviso”.

A su vez, en las comunidades donde viven sus integrantes, formaron Gobiernos Autónomos Locales (GAL) que podrán relacionarse con pobladores no zapatistas para defender su territorio y a la población ante acciones del crimen organizado, militarización y otras amenazas.

Esto tras denunciar que distintos municipios de Chiapas “están en manos de uno de los cárteles del crimen desorganizado y en disputa con otro”, mientras que señalaron que las fuerzas militares y policíacas federales, estatales y locales, “no están en Chiapas para proteger a la población civil”.

De acuerdo con el EZLN, presidencias municipales están ocupadas por lo que llamaron “sicarios legales” o “Crimen Desorganizado” y denunciaron bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso, reclutamiento forzado y balaceras debido a grupos criminales y la “disputa por cargos”.

“Se ha reorganizado la estructura y disposición del EZLN de modo de aumentar la defensa y seguridad en caso de agresiones, ataques, epidemias, invasión de empresas depredadoras de la naturaleza, ocupaciones militares parciales o totales, catástrofes naturales y guerras nucleares”, afirmaron en un comunicado.

El EZLN asegura que la reorganización que dieron a conocer, les tomó 10 años pensarlo, y de esos 10 años, 3 en prepararlo para su práctica.