La Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a Jorge Antonio Sánchez Ortega, ex agente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en Tijuana. 

El implicado es señalado desde hace casi treinta años como presunto segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido en 1994 en Lomas Taurinas. No obstante al momento se desconoce si el motivo de la detención es relacionada con este caso.

Esta es la segunda vez que Sánchez Ortega es detenido por autoridades mexicanas. La primera ocasión fue tras el crimen del entonces candidato presidencial del PRI, a 15 metros del incidente, debido a que vestía una chamarra manchada con sangre de la víctima, la cual dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio, que detecta residuos de disparo. 

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Su nombre volvió a figurar en 2024, cuando la FGR lo identificó como el presunto segundo tirador y solicitó su captura. El implicado nació el 24 de abril de 1961 en El Rosario, Sinaloa. Sus padres son Antonio Sánchez y Tomasa Ortega.

El ex agente del Cisen, Jorge Antonio Sánchez Ortega, asignado en Coahuila durante 2008, atribuyó en su declaración sobre el atentado que la mancha de sangre se debía a que ofreció trasladar el cuerpo de Colosio a una ambulancia, según apunta el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Finalmente el implicado fue liberado.

El 23 de marzo de 1994, Colosio Murrieta llegó al Aeropuerto "Abelardo L. Rodríguez", en Tijuana, Baja California, como parte de su campaña presidencial con el PRI, sin saber que casi tres horas más tarde sería asesinado.

Aproximadamente a las 17:00 horas, Colosio terminó su discurso, bajó y caminó entre unas cuatro mil personas. A pesar de estar rodeado de su equipo de seguridad, una mano con una pistola calibre .38 logró levantarse entre toda la multitud y disparar directamente contra el candidato.

El candidato presidencial se desplomó tras recibir dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el abdomen. 

Inconsciente y con el cráneo lleno de sangre, fue trasladado al Hospital General de Tijuana. Al lugar llegó su esposa, acompañada del obispo del municipio, donde los esperaban ya reporteros y camarógrafos. 

Éste último fue llamado al quirófano para dar aviso de que, aproximadamente a las 18:55 horas, el candidato presidencial del PRI falleció debido a las heridas que le provocaron los disparos.