La violencia alcanzó ayer martes a la familia del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya. Una camioneta en la que viajaba su nieta fue atacada en Culiacán, dejando como saldo dos policías estatales heridos, uno de ellos de gravedad.

Según información oficial, un comando armado interceptó el vehículo sobre el bulevar Jesús Kumate, a la altura del canal El 7, al sur de la capital sinaloense. Los agresores dispararon contra los escoltas de la Policía Estatal Preventiva que custodiaban a la menor.  En el ataque resultó lesionado el agente José "N", mientras que otro oficial también fue alcanzado por las balas. La joven salió ilesa.

El atentado ocurrió cuando la nieta del gobernador se dirigía a su domicilio en el fraccionamiento La Primavera, un exclusivo complejo habitacional. En la escena quedaron decenas de casquillos y hasta un autobús de pasajeros fue alcanzado por los disparos en el parabrisas delantero.

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Las corporaciones estatales, federales y militares desplegaron un fuerte operativo en la zona, sin lograr detener a los responsables, quienes lograron escapar. El bulevar permaneció cerrado por varias horas.

Rocha Moya confirmó el ataque a través de su cuenta de X y aseguró que su nieta se encuentra a salvo. La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa había informado previamente sobre el ataque, sin revelar en ese momento la identidad de la persona protegida.

El hecho coincidió con la visita a Culiacán del secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, quien horas antes había declarado que los índices delictivos en la entidad mostraban "una tendencia a la baja".

Tras confirmar que el martes 23 de septiembre se registró un ataque contra una camioneta de la hija del gobernador Rubén Rocha Moya, la Seguridad Pública Sinaloa explicó qué pasó.

Por medio de X, la dependencia de seguridad del estado compartió un par de mensajes, el primero para corroborar los hechos y el segundo para asegurar que la agresión fue por un intento de robo.

Al respecto, la Seguridad Pública Sinaloa aseveró que el ataque contra los escoltas se registró debido a un “intento de despojo del vehículo en el cual viajaban los dos elementos” que resultaron heridos. Se debe resaltar que en el primer tuit, el organismo señaló que al atender lo ocurrido, se realizaron las labores de apoyo correspondientes para restablecer el orden y controlar la situación.

Una camioneta Jeep Cherokee de color blanco que circulaba en inmediaciones del Canal 7 de Culiacán, Sinaloa, fue atacada a balazos durante la tarde del martes 23 de septiembre.

Se trata de una camioneta que está asignada al servicio de la presidenta estatal del DIF e hija del gobernador Rubén Rocha Moya, Eneyda Rocha Ruiz, quien al parecer no viajaba en ella.

Sobre ello, los reportes establecen que en la camioneta de la hija del gobernador Rubén Rocha Moya, se trasladaban 2 policías estatales que se desempeñan como escoltas de Eneyda Rocha Ruiz. Tanto el gobernador Rocha como su hija envida postearon en X que la agresividad{on se trataó de un "intento de despojo de la camioneta" y los escoltas resultaron heridos.

Horas antes de que fuera informado el ataque contra los agentes de seguridad, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, mantuvo una reunión con el gobernador de Sinaloa.

Ambos funcionarios informaron sobre las acciones de seguridad en la entidad destacando una reducción en homicidios de octubre de 2024 a septiembre de 2025.

En el referido periodo han sido detenidas más de mil 500 personas y desactivados más de un centenar de laboratorios clandestinos. Infobae México registró el 10 de septiembre pasado que en la entidad han sido cometidas más de mil 800 desapariciones forzadas.

Este es el primer ataque directo contra un familiar del gobernador. El mismo bulevar ya había sido escenario de violencia el 31 de enero de 2025, cuando un comandante de la Fiscalía General del Estado fue emboscado, hecho que dejó un agente muerto.

El clima de inseguridad en Sinaloa se agudizó hace un año tras la captura de Ismael "El Mayo" Zambada. Su caída detonó una guerra interna entre los herederos del capo y los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, lo que ha desatado asesinatos, desapariciones y ataques armados que mantienen a Culiacán en un estado de tensión constante.