Las autoridades del "Plan de Operaciones Estadio Seguro" anunciaron que para el partido de hoy entre el Atlético de San Luis y Monterrey FC reforzarán el dispositivo a implementar antes, durante y después del partido de liguilla, programado para hoy miércoles 29 de noviembre a las 21:10 horas, pero aún se recuerdan lamentables incidentes del pasado sábado 1 de julio de 2022 cuando el Ing. Sergio Hernández Garza y su novia Karina Silos Fematt, aficionados de los Rayados, sufrieron una cobarde agresión por parte de pseudoaficionados del equipo local y que a la postre quedó impune.

Ellos vivieron una auténtica pesadilla a las afueras del Estadio Lastras cuando al término del encuentro sólo por el hecho de ser aficionados de los Rayados, hooligans del San Luis no sólo les aventaron un carro encima, sino que como una vil jauría de chacales se les fueron encima golpeándolos salvajemente y tirándolos al piso para seguir con la incalificable agresión, como se puede apreciar en el video que compartieron.

Chekolín Hernandez Garza y Karina quedaron muy lastimados con múltiples moretones en sus cuerpos y como pudieron se subieron a su carro, se fueron a atender sus heridas y a calmarse de la amarga experiencia que pudo haber tenido fatales consecuencias.
El domingo 2 de julio de 2022 acudieron a las oficinas del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado pero, como era fin de semana, había poco personal y sólo dejaron entrar a uno de ellos a interponer la denuncia, pero pasaron muchas horas y no fueron atendidos. Se tuvieron que retirar porque venían de la ciudad de Saltillo, Coahuila, para que a su regreso por la temible carretera a Matehuala, tristemente celebre a nivel nacional por secuestros de migrantes y asaltos, no los alcanzara la noche y sufrieran algún hecho delictivo.
Ante el video y quejas en redes, Douglas Sloane, director de Comunicación del Atletico San Luis, le ofreció una disculpa por la terrible situación que Sergio y su novia vivieron a las afueras del Estadio Lastras. Sin embargo, pero eso no fue suficiente. Tanto la seguridad privada contratada por la directiva del equipo como las autoridades de seguridad estatales y municipales tienen la obligación de garantizar el libre tránsito de aficionados locales y foráneos, prevenir ese tipo de incidentes, detener y consignar a esos delincuentes que con el pretexto del balón realizan sus fechorías.
Este tipo de anomalías deben terminar y haber un castigo ejemplar como no permitir a los agresores volver a entrar al Estadio porque ponen en peligro a los aficionados que con sus familias acuden a ver y disfrutar, no a padecer, un partido de fútbol.
En ese momento la Federación Mexicana de Fútbol Asociación (FMF) investigó la venta indiscriminada de cerveza y ese tipo de lamentables incidentes, de repetirse, podrían generar un veto al Estadio Lastras.
Sergio y Karina habían dicho que regresarían a San Luis Potosí a interponer la denuncia por los golpes recibidos, pero por la distancia y sus trabajos desistieron quedando el hecho en la impunidad que bien pudo haberse calificarse como intento de homicidio por la acción de aventarles encima un vehículo y golpearlos salvajemente en el piso. Ellos infructuosamente esperaron que de oficio las autoridades actuaran, tomaran cartas en asunto y procedieran conforme a derecho, lo cual nunca sucedió.
La verdadera afición de ambos equipos sólo piden que las autoridades efectivamente garanticen el orden y la tranquilidad tanto dentro como fuera del Estadio Lastras. En esta ocasión se contará con el apoyo de más de mil efectivos de seguridad y protección civil y no se vuelvan a presentar más agresiones como la de Chekolín y su novia Karina.